La esposa de un demonio | Ciel Phantomhive y tú

Pasado parte 2: el ángel caído

Pov Giselle

Rondaba por un sendero caminando, los ángeles no siempre nos la pasábamos llendo de sitio en sitio volando también nos gustaba caminar. Miraba a mi alrededor sin prestarle mucha atención a las cosas que veía, estaba perdida en mi mente pensando en lo que me sucedió hace unos días; uno de los arcángeles en nuestro reino (bueno en su reino porque yo ya no pertenezco ahí) me fue a visitar en mi hogar en el cielo para darme la por decir "triste noticia" de que por las órdenes más elevadas y poderosas que tenían control del reino de los cielos al darme varias oportunidades y ver que no estaba dispuesta a cambiar estaba completamente desterrada del cielo, me convertí en un ángel caído, ni los dejé que me pusieran las manos encima.. yo misma descendí de ese santo lugar y bajé a la tierra, al mundo de los seres inferiores y mortales; los seres humanos.

Se preguntarán ¿cuál fue mi pecado que hizo que desobedeciera los mandatos de los dioses y me convirtiera en lo que soy ahora? No, no es matar, tampoco es robar o sentir lujuria sino que me enamoré.. me enamoré de un ser prohibido lo contrario a un ser de luz, un ser de oscuridad que al principio cuando lo ví (yo me enamore al ver su verdadera forma y no una falsa de ser humano) se metió hasta lo más profundo de mi mente al punto del cual no lo podía sacar, muchas ocasiones yo bajaba del cielo solo para verlo, hubo una vez en que él se acercó a mí y dijo que desde la primera vez sintió mi presencia pero fingía que no sabía para ver si yo seguía frecuentandolo, dijo que él sentía un inmenso asco hacía mí y los demás seres de luz, eso me hirió porque me incluyó a mí, tanto que de mis ojos lágrimas salieron, él solo se burló y se fue sin más.

Mientras el tiempo pasaba (que para nosotros nuestro tiempo de los seres inmortales es muy diferente a como lo manejan los seres humanos mortales) supe que él era un demonio de esos de los cuáles algunos ángeles de rango inferior le temen al ser él un demonio de rango superior en su mundo, era un demonio serpiente y a diferencia de algunos que solo se dedicaban a comer almas humanas a él le parecía aburrido eso, él prefería las llamadas y famosas "almas puras" que todo ángel sabíamos sobre ellas; seres humanos que al caer un ángel su bondad caía sobre uno y así no se perdía, un alma pura nacía cada siglo. Aclaro que él no se las comía, él las oscurecia haciendo que cometieran algún pecado, un resplandor que tenían en el pecho se oscurecia y ya no eran seres especiales y puros sino seres humanos comunes pecadores y corrientes como cualquier otro sobre la tierra.

Supe que quería oscurecer a la primera que fue un hombre ruso, yo olvidé por completo lo que era y lo que se me enseñó y cegada por el sentimiento que tenía hacía él le ofrecí mi ayuda, al tener ese hombre un amigo que lo envidiaba podía yo tentarlo para que le clavara el puñal por la espalda a su amigo y así el alma pura sintiera odio y rencor y quisiera tomar venganza pero él rechazó mi ayuda y después de que pasará lo de el encarcelamiento de ese inocente alma pura él lo sacó e hizo que matará a su verdugo quien una vez se llamó su amigo, el alma pura enloqueció y su resplandor se apagó, murió después a manos de unos tipos que lo mataron "poniendo distancia a sus extremidades"

El siglo siguiente una nueva alma pura había nacido, esta vez era una chica italiana huérfana de catorce años que amaba correr, como la primera vez le ofrecí mi ayuda para que pasará algo y él la tentara a pecar pero por segunda vez la rechazó, a esa niña no fue una persona su verdugo, fue la vida misma, eso sufrieron ella y su mejor amiga un accidente, ella quedó paralitica de por vida atada a una silla de ruedas y su amiga murió, nadie la quería adoptar por "ser una chica incompleta" y su gusto de correr jamás lo volvería a hacer, un día él fue y la tentó, funcionó y al final ella pecó "mudando a la segunda capa" extrañamente con una sonrisa.

Ahora un siglo después de ese y caminando puedo sentir una tercera alma pura, ahora es de nacionalidad inglesa pero no estoy segura aún si es varón o mujer, escucho una gran campana, debe ser ese famoso reloj de los humanos; el Big Ben, sigo dando unos pasos hasta que veo que por fin he llegado a mi destino; el pueblo de Londres.