La esposa de un demonio | Ciel Phantomhive y tú

Pasado parte 8: escape

Pov Giselle

Según la costumbre humana de ponerle nombre a los días hoy era sábado y tocaba hoy clima lluvioso, lo supe por el viento que provenía desde la naturaleza hasta el pueblo y las nubes teñidas de gris, me gustaba sentir las gotas de agua recorrer todo mi cuerpo así que yo no tenía problema en quedarme afuera en dado caso de que no encontrará refugio.

Como era de esperarse estaba observando lo que hacía precisamente aquél mocoso "puro" estaba afuera de su casa jugando con un carruaje de juguete mientras su madre le estaba dando un color nuevo a la pared de entrada.

Rowena: corazón, pásame el bote que tiene pintura verde oscuro.

Dominick: (sonriendo) por supuesto mami.

Se levantó del suelo e hizo lo que su madre le pidió, frente a ellos pasó una familia (también de plebeyos) ¿por qué cuento esto? tiene una razón importante aunque el hecho fue algo común; la familia mientras seguía caminando Dominick vió que a uno de ellos se le cayó un juguete; una muñeca tejida color aceituna, que se le había caído a su dueña, una pequeña niña aparentemente de la misma edad que él de cabellos rojos.

Como cualquier persona amable y más siendo lo que él era corrió hasta donde se encontraba la muñeca la tomó y llamó la atención de la familia quiénes voltearon a verlo.

Dominick: se cayó esto.

¡Oh! es tu muñeca Lucy - habló una mujer adulta que tenía el color de cabello y ojos grises, la madre.

La familia se acercó a él.

Muchas gracias por decirnos pequeño jovencito - dijo un adulto varón de cabello rojo como la niña, y sí, yo desprecio a los seres humanos pero tengo que admitir que aunque no se comparaba con las voces de los coros celestiales ese hombre tenía una hermosa voz.

Lucy ¿cómo se dice? - le habló la madre a la niña pelirroja.

Gracias... - agradeció la niña a Dominick tímidamente, él le entregó la muñeca y ella la tomó.

¿Dónde está tu mamá? - le preguntó a Dominick otro ser humano que venía con ellos; un niño varón pero más alto, debía ser mayor que él y la niña, era idéntico a su madre, de el rostro, cabello y ojos grises como ella.

Dominick: mi mami está ahí que es nuestra casa, está pintando la pared.

Oh, se ve ocupada y lo mejor será que no la molestemos, nos tenemos que ir pequeño, pero dile a tu mami y también a tu papi que los felicitamos por darte buenas enseñanzas y valores - dijo el hombre pelirrojo sonriente, la mujer le dió una caricia en el cabello a Dominick y se marcharon, claro que antes se despidieron de él.

Más tarde les contó a sus padres el suceso que había pasado.

Dietrich: (sonriendo) entonces fue algo muy rápido pero tuviste contacto con otra niña.

Dominick: (sonriendo) sí, a los niños nos encantan los juguetes y sentimos mucha tristeza si perdemos uno, por eso le avisé a la familia que se cayó ese juguetito.

Rowena: (sonriendo) quizás y si vuelves a encontrarte con esa pequeñita pueden convertirse en amiguitos.

Dominick: (sonriendo) sí, pero ------ siempre va a ser mi mejor amiguita.