Una extraña invitación

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Ya habían pasado tres días de que ------ recibió aquél doloroso castigo, era de noche y el matrimonio ya tenía horas que se había acostado a dormir, Ciel dormía tranquilamente pero para desgracia de la fémina ella se movía de un lado a otro inquieta con los ojos cerrados, otra vez estaba teniendo una pesadilla.

------: (preocupada) no entiendo..

Dominick: (molesto) no hace falta que fingas conmigo.. todo este tiempo estabas cerca de mí y no te atrevias a decirme la verdad; que en el pasado tuvimos algo muy valioso, dejaste que siguiera en la mentira y no te importó que esa noche por más que te suplicará que no me abandonaras, tú tomaste su mano y te uniste a él.

La chica desesperada tomó de los hombros a el castaño.

------: (preocupada) no.. no es así yo.. solo quería evitar que murieras.. me dolía verte ahí desangrandote y agonizando.. tuve que aceptar entregarle mi alma vida y casarme con Ciel, pero lo hice por ti.. para que siguieras con vida.. yo aún..

Él enojado solo apartó las manos de la peli---- bruscamente de sus hombros.

Dominick: (molesto) ya deja de mentirme más.. no vuelvas a acercarte a mí.

------: (asustada) ¡¿que?! ¡no! ¡no por favor! no me pidas eso... yo aún te amo.

Dominick: (molesto) ¡basta! no quiero que aparezcas más en mi vida.

El castaño se fue alejando, ella angustiada lo siguió corriendo pero parecía que el camino solo se iba alargando más y sus esfuerzos no servían de nada.

------: (desesperada) ¡no por favor Dominick.. no me dejes! ¡no te vayas!

La chica despertó muy sobresaltada y dejó escapar un pequeño grito que despertó a su esposo pero no se dió cuenta porque estaba de espaldas. El peliazul al ver el estado de su esposa se preocupó, quitó las sábanas de su cuerpo y puso sus pies en el suelo dispuesto a ir con ella.

------: (agitada) no.. no, Dominick nunca diría eso.. él jamás me trataría así.. es una buena persona.. no siente lo mismo por mí solamente pero si él volviera a recordar, nunca me trataría así... si tan solo volviera a ser el de antes.

Ciel sintió como su sangre se helaba y en su pecho un gran dolor lo atacó, con su ser lastimado volvió a subir los pies a la cama, se tapó con las sábanas y se volteo dándole la espalda a ------ para que ella no viera que él estaba despierto.

Rápidamente cerró sus ojos porque estos querían soltar lágrimas, no quería llorar, con un poco de sus fuerzas logró contenerlas y aunque fue muy difícil logró volver a dormirse.

A la mañana siguiente ------ despertó, miró hacía la cama de Ciel pero él ya no estaba allí y había sido ordenada, lo que significaba que ya se había despertado a hacer sus pendientes.

------: (sonriendo) debe estar en su despacho, iré a darle los buenos días.

Se levantó de su cama con algo de dificultad, (todavía estaba herida pero ya podía caminar un poco por si sola) salió de la habitación, después de entrar unos minutos al anterior lugar donde dormía salió cambiada de ropa y al llegar al despacho de Ciel, tocó pero nadie respondió.

------: ¿Ciel?

Nadie respondió, ella abrió un poco la puerta y asomó su cabeza, el lugar estaba vacío.

------: mmm que extraño, él no suele desaparecer así.. bueno tal vez tuvo que salir a algún lado y tuvo prisa.

Y efectivamente no estaba equivocada, el peliazul había salido al pueblo, iba en su carruaje acompañado de su mayordomo, se le veía muy serio, pero no parecía su seriedad normal sino como si estuviese triste, Sebastián prefirió no preguntar el porque de su comportamiento.

La esposa de un demonio | Ciel Phantomhive y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora