𝐄𝐍-┊Donde los Enhypen son seres sobrenaturales.
Apaticos, reservados, misteriosos y de aspecto peligroso. Nada es lo que parece y eso es lo primero que descubre Ryul al llegar a su nueva escuela. Una familia en particular que hace cosas totalment...
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JUNGWON
—Tienes que decirle. —le dije inquieto.
—No puedo hacer eso, Jungwon. —se negó Heeseung mientras bebia—. No puedo decirle que la van a matar.
—Tienes que, sabes que debe saberlo.
Estamos solos en casa. Jake salió a quien sabe que; Jay con Sunoo se fueron a cazar y Nia con Riki están de regreso a la casa.
—Es demasiado joven para morir —puedo notar cuan preocupado está Heeseung—, solo tiene dieciocho años. Déjala vivir sin tener que preocuparse por su vida.
—Tus hermanos murieron a esa edad. —no es una buena comparación, pero sé que otras personas mueren incluso antes.
—Sí y mira lo que son ahora. —excusó molesto—. Unos vampiros sin sentimientos. —Heeseung se levanto del sillón y dejó el vaso sobre la pequeña mesa de su costado—. No se lo diré.
—¿Y entonces qué? ¿Planeas protegerla siempre y enfrentarte a cualquier vampiro que venga por ella incluso si es un antiguo, arriesgando a la familia y también a su hermana?
—Es mi cáliz, tengo que hacerlo. —declaró firme—. Protegerla ante todo es ahora mi obligación y debo aceptar las consecuencias.
—No deberia ser así. Tú no escogiste tener un cáliz, tú no lo querias. —a veces solo quiero retroceder el tiempo y evitar que Heeseung haga esa promesa. A veces solo quiero cambiar toda la historia—. Solo haces esto por tu sentimiento de culpa ya que mataste a todas esas personas.
—Puede que no lo haya querido, pero, estoy bien con eso ahora. —miente, sé que lo hace—. Creí que no podría llevarme con Ryul y resultó siendo lo contrario. Además es mejor tener un cáliz del cual no siento nada a tener uno del cual estoy enamorado.
—Morirás. —le recordé—. Defenderla de tantos vampiros te matará y lo sabes.
—Ya morí una vez. —mencionó riendo.
No está bien ocultarle a Ryul que los vampiros la quieren muerta porque es una amenaza, sin embargo Heeseung tiene razón y Ryul no debería pensar en eso.
—Bien, no le dirás que la mataran. —Heeseung suspiró aliviado por mi respuesta—. Pero le dirás la verdadera razón por la cual la salvaste. Si no le vas a contar que la quieren muerta, aunque sea cuentale el pasado sobre su familia y el como terminaron relacionandose con nosotros.
—Es broma, ¿verdad? —no dije nada. Tan solo lo observaba a los ojos—. ¡Di que es una maldita broma! —exigió.
—Si no lo haces, lo haré yo. —le advertí—. Y sabes que en una pelea, yo puedo ganarte.
