𝐄𝐍-┊Donde los Enhypen son seres sobrenaturales.
Apaticos, reservados, misteriosos y de aspecto peligroso. Nada es lo que parece y eso es lo primero que descubre Ryul al llegar a su nueva escuela. Una familia en particular que hace cosas totalment...
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Nota de la autora: Antes de que comiencen a leer el capítulo, les quiero pedir que, por favor, traten de llegar a la meta de arriba en el mejor tiempo que puedan, pues dejando sus votos y comentarios (sobre todo lo segundo) wattpad recomienda tu historia a personas que lean un genero parecido o por los hashtag que contiene la historia. Los comentarios que contengan muchos emojis o menos de tres palabras wattpad no las considera y si comentas números es lo mismo; así que, si quieren ayudarme, no hagan eso. Pueden comentar cosas referentes a la historia o nombres de los personajes o las preguntas del final, que sirven justamente para generar más relevancia en la app. Gracias por su atención, perdón por los inconvenientes.
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[RYUL]
Habían pasado dos semanas desde que Gyul despertó. Dos semanas desde que Nia se fue.
El aire en la casa pesaba como plomo, aunque ninguno de nosotros parecía del todo triste. Tal vez porque, en el fondo, la muerte de Nia no fue exactamente una despedida. Tal vez porque, pese al vacío que nos dejó, sabíamos que lo hizo por una causa mayor. Aunque me habría gustado saberlo.
Durante esa semana no ocurrió gran cosa. Mia y Mijoo regresaron a la vida, como esperábamos. Heeseung y Jake se ocuparon de borrar los recuerdos de Mijoo, para evitar que hablara más de lo debido. Pero Mia se negó. No quería olvidar. Necesitaba conservar en la memoria lo que pasó, aunque fuera doloroso. Y la entendí: en ocasiones había cicatrices que uno decidía mantener abiertas para no traicionarse a sí mismo.
Al día siguiente, Jungwon volvió a marcharse. Seguía convencido de que estar lejos de Erin era la mejor forma de protegerla. Traté de convencerlo de lo contrario, de explicarle que huir solo prolongaba la herida. Pero no me escuchó. Erin se quedó sola, aunque intentara disimularlo.
En cambio, Riki y Gyul estaban más unidos que nunca. Siempre juntos. Inseparables. Nadie podía ignorar la felicidad que se regalaban mutuamente. Riki, sobre todo, parecía hecho para devolverle la sonrisa a Gyul desde el momento en que volvió.
Era extraño como funcionaba su amistad. Una mezcla de extremos, todo o nada. Pero verlos juntos era la prueba que los demás necesitábamos para darnos cuenta de que podíamos tener mejores cosas en la vida que solo caos y dolor. Que, tal vez, también merecíamos luz.
Me hallaba en mi habitación, tumbada en la cama, observando el techo con detalle por primera vez desde había llegado a esa casa. Nunca le había prestado atención. Estaba adornado con pétalos morados y un brillo tenue alrededor. Era hermoso, casi irreal.
—¿Te gusta? —susurró a mi lado, rompiendo el silencio perfecto que nos envolvía.
Giré la cabeza y encontré a Sunoo. Tenía una ligera sonrisa en los labios, y la luz que se filtraba por la cortina bañaba sus ojos carmesí, intensos, hipnóticos.