𝐄𝐍-┊Donde los Enhypen son seres sobrenaturales.
Apaticos, reservados, misteriosos y de aspecto peligroso. Nada es lo que parece y eso es lo primero que descubre Ryul al llegar a su nueva escuela. Una familia en particular que hace cosas totalment...
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[RYUL]
Los días especiales dejaron de ser especiales en cuanto mi vida se detuvo. Y no hablo de cuando dejé de ser humana, sino del día en que murieron mis padres. Fue cuando sus corazones se apagaron y sus ojos se cerraron para siempre que algo en mí dejó de funcionar.
Algo en mí se apagó. Algo cambió. Algo se rompió. No de una manera poética, sino real. Sentí su miedo, su dolor, su intento desesperado por protegerme incluso cuando ya no podían protegerse a sí mismos. Lo sentí todo... y aun así no pude hacer nada.
A veces pensaba que no merecía haber sobrevivido. Pensaba que era la culpable de todo el desastre. Me repetía que todo habría sido distinto si no hubiese insistido en salir esa noche, si no hubiese sido tan egoísta con Gyul. Tal vez no habría habido un accidente. Tal vez mis padres estarían conmigo ahora.
Pero las cosas no funcionaban con "tal vez". Ellos estaban muertos, no iban a volver, y yo tenía que aceptarlo. Tenía que avanzar o, al menos, dejar de quedarme atrapada en la misma página una y otra vez.
Desde entonces, incluso las cosas buenas dejaron de sentirse bien. Una de ellas era mi cumpleaños. Ese día que antes me emocionaba desde que tenía memoria... ahora simplemente ya no significaba nada.
Mis cumpleaños solían ser mis días favoritos. Mi madre me preparaba un pastel de arándanos perfecto, mi padre me regalaba alguna reliquia familiar o adorno antiguo que sabía que me encantaba. Y Gyul hacía lo suyo: me preparaba el desayuno, hacía mis tareas y me invitaba algún postre con el dinero que había ahorrado. Al final del día había una pequeña reunión con mi familia y mis amigos de la escuela, y partía el pastel justo a la medianoche. Eran días increíbles, los mejores. Ahora solo eran recuerdos que dolían.
Ese día no era la excepción. Había amanecido gris, como si el clima también recordara lo que significaba aquella fecha. Era mi cumpleaños, aunque para mí solo marcaba otra vuelta completa del vacío en el que llevaba viviendo. Y también era el aniversario de la muerte de mis padres.
