𝐄𝐍-┊Donde los Enhypen son seres sobrenaturales.
Apaticos, reservados, misteriosos y de aspecto peligroso. Nada es lo que parece y eso es lo primero que descubre Ryul al llegar a su nueva escuela. Una familia en particular que hace cosas totalment...
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La muerte es algo de lo que nadie puede escapar. La muerte persigue a la vida con demasiada seguridad como la noche sigue al día, el invierno a sigue al otoño o la vejez a la juventud. Las personas suelen prepararse para la vejez o para el invierno; pero nadie o pocos lo hacen con la muerte, ya que, nunca saben cuando moriran.
Jamas pensé que moriría a mis dieciocho años, y mucho menos pensé que se podría sentir bien y mal al mismo tiempo. Era la combinación más extraña y perfecta que nunca me imaginé experimentar. Era buena porque no sentía dolor, al menos no el dolor humano y, a la vez, era mala porque no podía disfrutar de las pequeñas cosas que antes amaba. La muerte sin duda alguna era maravillosamente compleja y me gustaba. Jamás pensé que moriría, hasta que lo hice.
Sin embargo, regresé; pero no lo hice de la manera en la que pensé que sucedería. Regresé como un ser sobrenatural, un vampiro. Aquellos seres que duermen por el día y salen por las noches, seres que se alimentan de la sangre y tienen cierta resistencia al dolor humano. Cuando mi padre dijo que alguien me protegería, creí que se refirió a mi vida como humana, jamás pensé que se refería a mi vida como sobrenatural.
Corría con desespero por el pasillo del hospital en dirección a un lugar. Estaba en la escuela cuando recibí la llamada, cuando me informaron de ella. Sin dudar, dejé todo y fui en busca de mi hermana.
Llegué a la habitación y abrí la puerta sin miedo. Encontré a Gyul, recostada en la cama observando el cielo desde la ventana. Me acerqué a ella y la abracé con fuerza. Por fin, después de tantos meses, ella había despertado.
—Ryul —la escuché decir en voz baja. Yo solo la abracé aún más. Mis lagrimas amenazaban con salir, estaba demasiado feliz. El alivio que sentí al recibir la llamada de la enfermera diciendo que Gyul había despertado no se podía explicar.
—Abriste los ojos —mencioné y mi primera lágrima cayó—. Estás aquí, por fin. Te extrañé demasiado.
—También te extrañé, Ryul.
Nuestro largo abrazo acabó luego de unos segundos. Me senté al borde de la cama y observé a mi querida hermanita con atención. Ella parecía estar inquieta. Movía sus ojos por toda la habitación, como si estuviera buscando algo o alguien.
—¿Qué sucede? —pregunté curiosa. Gyul no me miró—. Vamos, dime.
—¿Dónde están? —interrogó, de pronto y sentí a todo mi cuerpo tensarse. Como si aquella pregunta fuera la más difícil de responder y de hecho, lo era.
¿Como le diría que era una vampiro? ¿Cómo le explicaría a Gyul que los chicos se habían ido? ¿Cómo le diría que Kyerin no estaba? Y sobre todo, ¿cómo le iba a explicar que su mejor amigo había muerto?
Había pensado en que hacer cuando Gyul despertase, y eso era llevarla de regreso a casa y continuar nuestras vidas como si nada hubiera sucedido; sin embargo, jamás pensé en como decirle todo lo que había pasado durante ese tiempo que estuvo en coma.
