Kim Namjoon se convierte, después de un pequeño incidente, en consejero de la universidad de Seúl, siendo un apoyo y seguridad para los estudiantes del lugar, su vida nunca había sido tranquila y mucho menos normal, decidido a hacer lo posible para...
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El agua caliente de la regadera liberaba el vapor espeso en el pequeño cuarto de baño, haciendo que se inundara por completo sin que se pudiese ver con claridad, dejando caer el agua sobre el cuerpo del rubio, quién se mantenía completamente con la cabeza metida bajo la lluvia divagando en sus pensamientos.
Para su sorpresa, la noche anterior, Namjoon simplemente continuó tocando y besando su cuerpo llevándolo al límite de un orgasmo y antes de que pudiera hacer algo, el mayor lo detuvo dejándolo recostado en la cama mientras lo abrazaba y se dormía sin decir más nada. No sentía que fuera extraño su comportamiento, dado que esa era su manera de pedirle que se recuperara, que sus deseos de tomar su cuerpo nuevamente no tardarían, pero que por el momento debía descansar.
Suspirando observó algunas cicatrices pequeñas en su cuerpo y sonrió en cuanto se le vinieron los recuerdos a la mente, sabía que no era normal, sin embargo, ¿Qué tenía que perder? La hermosa familia que alguna vez tuvo ya había quedado en el pasado, su padre era ahora era un extraño y ciertamente sentía que ni siquiera la universidad lo alentaba a vivir, más Namjoon era a lo único que se aferraba.
También pensaba en unirse al plan de Hoseok, ya que al parecer estaba involucrado Namjoon y de alguna manera sentía un sexto sentido que le llevaban a Eun Ji, era la misma sensación que había sentido las primeras veces de haber entrado a la oficina y a la casa del mayor.
Llevó sus manos hasta su cabello con el enjuague acondicionador y revolvió sus mechones masajeando su cuero cabelludo, mientras el líquido caía por su cuerpo sentía arder las lastimaduras aún sin cicatrizar en su espalda, provocando que se riera por lo bajo ya que al mismo tiempo le provocaba un cosquilleo extraño.
—¿Cuándo me he sentido así? —Se preguntó cerrando sus ojos mientras se apoyaba en la pared.
Escuchaba el agua que continuaba cayendo incesante hasta sus pies, pensando de donde decía que Namjoon provenía, asimilando cada palabra que había escuchado mientras estuvo en la sala, haciéndose preguntas, ¿Por qué había sufrido de pequeño? ¿Dónde estaba su madre? y la pregunta que más curiosidad le daba era saber porque habían veces en que su mirada cambiaba por completo, sintiendo una gran diferencia de personalidad en cuestión de segundos, como si estuviera con dos hombres al mismo tiempo. No le molestaba, al contrario sentía más placer.
De un momento a otro se dejó llevar por su imaginación, fantaseando como sería tener a esas dos personalidades en cuerpos diferentes y que los dos al mismo tiempo lo tomaran como más quisieran.
—Maldición...—Musitó bajo llevado su mano hasta su miembro erecto.
Posiblemente aquella fantasía nunca sería real porque Namjoon no tenía un hermano o un gemelo, sin embargo el haberlo imaginado provocó que le jugara en contra, llevando su cuerpo a un estado alto de excitación que su propia mano no podía satisfacer.
