ADVERTENCIA: Contenido violento y sensible
Las incesantes discusiones entre sus padres, provocaban al joven de cabello azul, tocar la batería con brutalidad en su habitación, intentando subir el volumen, sintiendo la desesperación de no poder hacer nada, teniendo veinte años, nunca pudo enfrentar a su padre, no porque fuera cobarde, sino porque cuando lo hizo terminó hospitalizado doce meses, perdiendo sus clases de estudio de la universidad y a punto de perder sus recuerdos con totalidad.
—¡Jungkook! —Gritó golpeando la puerta a patadas.
El joven no contestó, seguía tocando el instrumento, sabiendo lo que le diría y con suerte recibiría solo una cachetada.
—¡Te estoy hablando inútil! —Gritó nuevamente escuchando que la música se detenía.
Respiró hondo y se acercó aventando la puerta, manteniendo la mirada en su padre, esperando que le dijera lo que necesitaba.
—Ve a buscar algo para la cena y pasa por la tienda de Jang, él te dará algo —Dijo pasando una buena cantidad de dinero.
—¿Otra vez con tus negocios turbios? —Preguntó tomando el dinero.
—¿Quieres cuestionarme? —Preguntó levantando la voz.
Jungkook lo observó y pasó por su lado golpeando apenas su hombro, se colocó la capucha de su chaqueta, sin antes darle un beso a su madre, que se encontraba junto a la puerta de salida.
—Enseguida vuelvo —Dijo notando los ojos rojos y húmedos de la mujer.
El joven sabía que su familia era un desastre, su madre nunca fue capaz de alejarse de ese hombre, ella pensaba que el amor volvería, que sus encantos siempre habían sido más fuertes, pero resultó que ella terminó por ser débil y en su buena fe terminó afectando al chico.
A pesar de toda la miseria que vivía dentro de su casa, tenía la música, la batería y su buena voz, por eso no renunció a la universidad cuando despertó de aquel coma. Soñaba con que alguna empresa lo reconociera en un futuro cercano y poder irse de su casa junto a su madre, dejando al bastardo de su padre pudrirse en las drogas, porque eso hacía.
Caminaba pensando en lo bueno que eran sus compañeros de clase y lo mucho que sus profesores lo apreciaban, pero había un joven que le llamaba la atención y en sus horarios libres podía apreciarlo. Solía caminar dos cuadras hasta la cafetería más cercana y allí se pasaba tres horas diarias observando el descampado de enfrente, el cual contenía paredes con graffitis y edificios viejos.
Todo a lo que se refería con el arte, a Jungkook le gustaba, le atraía y más si se trataban de las manos del castaño, que en ciertos momentos dibujaba sobre esas paredes, haciendo dibujos que dejaban impresionado a cualquiera, trataba de saber que ocurría por sus pensamientos, porque a pesar de que las imágenes fueran realmente una maravilla, nunca comprendía a que se referían sus obras. No conocía su nombre, pero estaba seguro de que sería tan bonito como él.
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❄𝐹𝑅𝒪𝒮𝒯❄
FanficKim Namjoon se convierte, después de un pequeño incidente, en consejero de la universidad de Seúl, siendo un apoyo y seguridad para los estudiantes del lugar, su vida nunca había sido tranquila y mucho menos normal, decidido a hacer lo posible para...