✵𝓒𝓸𝓶𝓮𝓷𝔃𝓪𝓷𝓭𝓸 𝓪 𝓿𝓲𝓿𝓻✵

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Advertencia: Escenas sensibles y fuertes

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Advertencia: Escenas sensibles y fuertes.

Los pasos sobre la nieve espesa y fría hacían estremecer el cuerpo del joven, mientras limpiaba sus manos en la camisa a cuadros azules que llevaba puesta, dejando los rastros de sangre en ella, mientras llevaba un cigarro a su boca, expulsando el humo espeso que se desvanecía en el aire.

Entrando con un golpe en seco a la cabaña, caminó hasta la habitación y cerro la puerta detrás de él, sonrió gustoso de poder ver la imagen del chico sobre la cama, para luego acercarse y acariciar su flequillo, observando sus ojos oscuros que suplicaban porque lo soltara, retorciéndose en el colchón por querer desatar sus muñecas y tobillos, mientras la sonrisa del moreno demostraba placer. 

En ese momento se acercó a los labios carnosos del joven y toco su piel suave, las mejillas rosadas, calientes al tacto y la constante respiración agitada cerca de su rostro, provocaban al joven con necesidad continuar con el cálido beso. 

Con fervor introdujo su lengua, sintiendo palpitar con impotencia su pecho, con ansiedad y vergüenza se encimaba sobre su cuerpo, metiendo su mano fría bajo la ropa del rubio, quién correspondía sin oponerse a Namjoon. 

—Jin... —Susurró entre sus labios al tiempo que abría sus ojos, para encontrarse con el rostro de Eun Ji y el arma de su padre en la cabeza, en el instante que sentía el disparo en seco sobre su cabeza, volviendo una oscuridad profunda, haciendo que se despertara a mitad de la noche, con un susto terrible que le recorría cada parte de su cuerpo y lo hacían temblar abruptamente sin poder detenerse.

—No, no... —Se decía mientras buscaba sobre la mesa junto a la cama, la caja de cigarrillos. 

 Se encontraba transpirado, agitado, nervioso y no dejaba de dar vueltas de un lado a otro dentro de la habitación, manteniendo el cigarro prendido en su boca y en ello sacudía sus manos incansablemente, como si quisiera deshacerse de aquella pesadilla, la cual después de dos meses de haber salido del internado, había cambiado por completo.

El pelinegro había conseguido terminar con un buen puntaje el curso de consejero para una universidad de diseño, a unos minutos de su apartamento. Le tomaba una hora llegar al establecimiento en tren, luego saludaba con entusiasmo y calidez a todo el personal que se le cruzara en la mañana, también a los alumnos que ingresaban a sus materias. 

El primer mes fue fácil, tranquilo y se la pasaba aconsejando a sus alumnos sobre que debían hacer en sus casas, tras algunos, recibir un poco de maltrato o poca atención por parte de sus padres y casualmente, entre ellos, estaba Jungkook, el joven que había conocido el primer día saliendo de su psiquiátrico. También ayudaba a orientarse sobre la carrera elegida y de vez en cuando hablaba con los profesores para una mejor ayuda. 

Kim Namjoon, era el favorito entre los estudiantes, además de que los trataba como si él mismo fuera uno más del montón, complacía a los jóvenes cuando le pedían que fuera a los grupos de estudio, pensaba que era una buena forma de conocer más a fondo la vida que llevaba un universitario, pero se mantenía al margen, hasta el momento no había podido localizar a Jin, sus intentos en el directorio habían sido en vano, al menos así fue el primer mes. 

❄𝐹𝑅𝒪𝒮𝒯❄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora