Kim Namjoon se convierte, después de un pequeño incidente, en consejero de la universidad de Seúl, siendo un apoyo y seguridad para los estudiantes del lugar, su vida nunca había sido tranquila y mucho menos normal, decidido a hacer lo posible para...
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Eran las seis de la mañana y el día comenzaba agitado para los guardias del pabellón uno, debido a que el escape durante la noche de uno de los pacientes había impactado a todos, dado que el lugar tenía una seguridad máxima, ¿Cómo era posible que ese joven de veinticinco años se hubiera escapado sin ser notado?
—Busquen por todo el perímetro —Ordenó el director del lugar, mientras todos los guardias se esparcían por los pabellones del psiquiátrico.
El salón en donde desayunaban los pacientes, se encontraba Namjoon, comiendo tranquilo mientras leía un libro, concentrado no se percató del acercamiento de dos guardias.
—Kim siete —Nombró el más alto viendo la serenidad del joven.
—¿En que puedo ayudarlo oficial? —Preguntó sin quitar la mirada del libro.
—¿Tienes algo que ver con el escape de Park uno? —Preguntó hostil señalando con su bastón al moreno.
—No oficial —Respondió mordiendo su manzana.
Al ver la tranquilidad del joven, ambos guardias se molestaron, uno de ellos tiró la bandeja de comida al suelo, mientras que el compañero le arrebataba el libro de las manos, en ese instante el pelinegro se levantó con la mirada seria, observando a ambos.
—Dinos a donde se fue —Amenazó señalando con el bastón a la altura de su entrepierna.
—Jimin nunca me dijo que se escaparía y ayer no estuve con él —Determinó apretando sus manos en un puño.
Ante el comportamiento del moreno, ambos guardias sentían que estaba mintiendo, por lo que con rapidez uno de los dos tomó sus muñecas por la espalda y le colocó las esposas.
—Es raro que después de tantos años te portes mal, supongo que después de todo hoy no serás libre —Susurró en su oído el más bajo mientras lo hacía caminar fuera del salón.
Namjoon no dijo nada, obedeció con tranquilidad en el momento que vio acercarse al cuatro ojos en frente de él.
—Déjenlo ir —Ordeno deteniendo a ambos oficiales.
—Pero señor, él está encubriendo a Park uno, él lo ayudó a escapar —Insistió.
—¿Tiene pruebas? —Preguntó acercándose al uniformado.
—No señor —Contestó molesto.
—Retírate de mi vista —Ordenó al ver como le quitaban las esposas y le devolvían el libro al joven.
Ambos quedaron enfrentados, se observaron unos minutos y Namjoon sacó de entre las páginas de su libro una nota, entregándosela en mano, la cual decía:
"El veinticinco de Julio sale del pabellón uno"
—Sí, aún lo recuerdo, ¿Estás listo para la última sesión ante la psiquiatra? —Preguntó con seriedad.
