Kim Namjoon se convierte, después de un pequeño incidente, en consejero de la universidad de Seúl, siendo un apoyo y seguridad para los estudiantes del lugar, su vida nunca había sido tranquila y mucho menos normal, decidido a hacer lo posible para...
Antes de leer: Esta canción está en su totalidad dirigida para una de las representaciones de Namjoon.
ADVERTENCIA: Contenido violento y explicito.
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Al abrirse la escotilla una mano se dejó ver desde el exterior liberando hacia el interior bombas de humo, las cuales dificultaban la visión para los que se encontraban allí. Lo que no pudieron evitar y pobre del joven que había tirado de ese objeto, fue como el moreno en un ágil reflejo jaló de su mano haciendo que el uniformado entrara en la sala.
En un forcejeo inútil el joven intentó librarse de aquel cuerpo que era mucho más grande y corpulento que él, más lo despojó de su arma y tomó con fuerza su cuerpo provocando que sintiera el horror que en ese momento lo hizo paralizarse, observaba los ojos de su atacante jurándose así mismo que nunca había visto cosa igual en su vida y desafortunadamente sería lo último que vería.
A pesar de estar dándole la espalda a todos los presentes en el salón, aún podían ver los movimientos del pelirosa, incluso Jin, quién se mantenía a menos de un metro a un lado del mayor. Por desgracia solos una de las bombas fue abierta, haciendo que el poco humo comenzara evaporarse como una neblina muy escasa. Todos observaron atónitos y nerviosos como el moreno sostenía con una mano la parte superior de su torso y con la otra, la parte baja desde la cintura y sin escuchar las súplicas de aquel joven comenzó a hacer fuerza, jalando en dirección contraria ambas partes de su cuerpo.
Namjoon no tuvo tiempo de pensar, ya se había contenido durante muchas horas sin poder ver sangre o satisfacer a su monstruo con el cuerpo de Jin, lo había mantenido controlado y seguir en ese plan no era una opción.
En ese momento se escuchó con claridad el desgarre lento de la piel, el crujido de los huesos y hasta las entrañas rompiéndose, separándose sin piedad alguna, mientras el grito desgarrador de la persona que se encontraba entre las manos de Namjoon se iba apagando a medida que terminaba por romper su cuerpo a la mitad, la cantidad de sangre que salió del cuerpo provocó que salpicara en todas direcciones, en especial al rostro de Jin.
El rubio más alto sentía que su corazón se saldría en cualquier momento, su respiración estaba tan acelerada que tambaleo por un momento sin saber que había tomado el brazo de Yoongi para apoyarse y no caerse, Jungkook se dio vuelta hacia la pared vomitando por ver esa escena y el cadáver en el suelo partido a la mitad, el resto mantenía sus ojos abiertos sin tener alguna explicación razonable que pudiera entrar en sus cerebros para calmar los nervios en sus cuerpos.
—¡Ah! —Gritó furioso observando sus manos llenas de sangre y como un animal miró hacia la puerta precipitándose hacia el exterior sin ninguna clase de miedo por lo que le esperaba.
Al salir sintió el frío sobre la piel de su rostro provocándole una sensación de agrado y satisfacción, la escarcha que se había acumulado durante la helada de la noche sobre sus manos pintaban de rojo el blanco sobre el barandal del barco, observando a un batallón de soldados apuntando hacia él en distintas direcciones.
