Kim Namjoon se convierte, después de un pequeño incidente, en consejero de la universidad de Seúl, siendo un apoyo y seguridad para los estudiantes del lugar, su vida nunca había sido tranquila y mucho menos normal, decidido a hacer lo posible para...
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ADVERTENCIA: Contenido violento.
La puerta de la casa de Yoongi fue abierta, mostrando a los dos jóvenes que al parecer faltaban para terminar de formar parte del grupo.
El más alto de cabello castaño entraba a la casa clavando su mirada en Hoseok, quién sonreía expectante esperando por saber que diría, mientras que el peliazul entraba cerrando la puerta a sus espaldas.
—Hasta que por fin llegas —Comentó el pelirrojo.
Ante sus palabras ambos jóvenes sacaron sus armas al mismo tiempo apuntándose uno en frente del otro, había una clara tensión en ambos parecía que en cualquier momento podían disparar dejando uno de los dos cuerpos en la alfombra de la casa, sin embargo el rubio se entrometió entre medio de las dos armas liberando la tensión, dado que les sorprendía que el más bajo no prestara atención a la situación, más bien que no tuviera miedo alguno de ser disparado.
—¿Y este chico tan guapo? —Preguntó Jimin acercando su rostro hasta el castaño que retrocedía incómodo.
—¡Oye! ¿Qué te pasa? —Preguntó molesto guardando su arma.
De inmediato observó al peliazul y sonrió más a gusto acercándose con impaciencia al chico, quién de inmediato vio sus intenciones y tomó su muñeca con fuerza en frente de él.
—No te atrevas a tocarme —Pronunció con la mirada seria al verle la sonrisa que se desfiguró de inmediato de su rostro.
—¡Yoongi! —Gritó mostrando un puchero con sus labios.
—Tú te lo buscaste Jimin, a mi no me mires —Dijo sentado en el sofá observando la entrada que hacían los recién llegados.
El joven soltó al más bajo y continuó por mirar a los otros dos presentes, para luego sentarse en el sofá frente a Yoongi.
En ese momento Namjoon bajó por las escaleras y noto la tensión que había en la sala, sus ojos se clavaron en el castaño y en el de pelo azul, quién lo miraba fijamente, parecía que encontrarse con ese joven era una molestia, sabía que el chico tenía problemas en su casa, pero haberlo conocido desde el primer día que salió del internado convertía todas sus dudas en algo mucho más extraño y difícil de procesar, ¿Acaso tenía algo que ver en toda la porquería que estaban metidos?
—¿Quiénes es él? —Preguntó sacando la caja de cigarros de su bolsillo mientras se dirigía a la ventana.
—Soy Kim Taehyung —Contestó con el semblante serio observando la contextura del mayor.
La sala se llenaba cada vez más de gente, parecía una reunión familiar de hermanos y primos, sino fuera porque ninguno compartía parentesco y el resultado es que estaban locos, unos más que otros.
—Jungkook, ¿Qué haces aquí? —Preguntó con incertidumbre.
—Estoy metido en esta mierda como usted profesor —Dijo con una sonrisa.
