✵𝒮𝑒𝓍𝓉𝑜 𝓈𝑒𝓃𝓉𝒾𝒹𝑜✵

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❄𝒥𝒾𝓃❄

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𝒥𝒾𝓃

Sentía mi cuerpo demasiado cansado, no tenía fuerzas y a decir verdad mi respiración era lenta y cortada por momentos, no estaba consciente de en donde me encontraba, pero me veía en frente de un lago, el cual me resultaba familiar, escuché a mi espalda la dulce voz de mi hermana, aquella que hacía tanto tiempo había dejado de escuchar, aquella que se iba borrando a medida que los años pasaban.

—¡Jin! —Llamó acercándose despacio —¡Vamos, mamá y papá nos esperan en el auto! —Dijo tomando mi mano.

—¡Pero a mi me gustan los patos! —Dije haciendo un berrinche señalando hacia el agua.

—¿Quieres que volvamos las próximas vacaciones? —Preguntó con su encantadora sonrisa.

¿Por qué me encontraba viendo esta escena de nuevo? ¿Acaso era un recuerdo? Debía haber tenido siete u ocho años en ese momento, Ji Ji tenía catorce o quince años, pero nos parecíamos mucho sino fuera por nuestra gran diferencia de edad yo hubiera podido protegerla. 

Sentía que estaba viviendo aquellas vacaciones otra vez y es que efectivamente lo veía desde otro plano. 

Ji Ji había tomado mi mano con fuerza, pero yo me libre de su agarre y corrí hasta el mercado donde las paletas de dulce eran realmente grandes y coloridas, pero ahora pude ver que mi hermana no fue detrás de mi, así que decidí no seguirme a mi mismo y seguirla a ella.

Eun Ji había quedado encantada con unas joyas que vendía un hombre adulto, eran collares, dijes y aretes que con la luz del sol brillaban deslumbrando colores muy hermosos, pero más que observar a mi hermana pude ver la cara de desconfianza que me daba aquel sujeto, ¿Por qué no estaba con ella? Sentía que este recuerdo se estaba convirtiendo en una pesadilla, mi respiración se aceleró en cuanto vi la sonrisa asquerosa que esbozó aquel sujeto, ya podía intuirlo. 

—¿Te gustan pequeña? —Preguntó al ver que ella sonreía.

Su hermosa sonrisa, su cabello largo y rubio, su piel blanca que se veía solo en su rostro, ya que el crudo frío de aquella zona no dejaba que pudieras quitarte ninguna prenda de invierno y sus mejillas eran tan bonitas, hasta hacía juego con sus botas rosadas, ¿Por qué ver este momento me había llenado de lágrimas en cuestión de segundos? ¿Por qué mi pecho dolía como la primera ve que escuche sobre su accidente? ¿Por qué sentía que mi vida era una mentira?

—Son hermosas señor —Elogió feliz —¿Podría esperar aquí para decirle a mis padres que me den dinero? —Preguntó con su inocencia pura.

—¿Quieres ver todas las que tengo en la camioneta? Estoy seguro que te gustaran aún más —Dijo caminando hasta el coche que no estaba a menos de un metro.

❄𝐹𝑅𝒪𝒮𝒯❄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora