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Con el corazón agitado, Rocky había llegado al hospital lo más rápido que podía. La joven tras el teléfono le había informado que su abuelo había sido llevado al hospital debido a que se quejaba de fuertes regurgitaciones. Y eso había ocasionado de que su comportamiento se vuelva agresivo, más aún cuando le habían amarrado las muñecas a los lados de la camilla con esposas a base de esponja.

—¿Dónde está él? ¿Cómo se encuentra? —preguntó, de forma alterada a uno de los guardias de la casa de geriatría que ya conocía—. ¿É-Él está bien? Dígame que sí.

—Oye, Rocky. Cálmate. —pidió Seokjin—. Él está bien. Están haciéndole estudios. —se hizo a un lado, dejando ver una de las habitaciones detrás suyo con la puerta abierta.

Rocky suspiró aliviado. Su abuelo estaba ahí adentro, todo malhumorado como siempre, pero estaba bien. O eso parecía.

—¡Déjenme ir, el comandante me quiere en el frente con el pelotón! ¿¡Qué no lo entienden!? ¡Voy a pelear por su país idiotas! —exclamó fuertemente, mientras que alejaba a los enfermeros que trataban de tocarlo.

Rocky comenzó a morder su uña, nervioso por el comportamiento del contrario. No quería entrar. Tenía miedo. Quería esconderse en un rincón. Podía sentir como un ligero picor comenzaba a inundar su cuerpo debido a la incomodidad de la situación.

—Uh, ¿Seokjin? —llamó un doctor, trayendo consigo varios papeles y un lapicero—. ¿Quién es el familiar del señor Park. Necesitamos la autorización para hacer un procedimiento menor. Una biopsia. Sus análisis estaban algo anormales así que queremos asegurarnos.

Mientras que el doctor le estaba contando aquello, Seokjin le hacía señas bastante claras tanto con sus ojos como con sus dedos de que se detuviera. Pero bueno, al parecer del doctor Namjoon era tan lento como decían.

—¿Biopsia? —preguntó Rocky, mirando algo temeroso a Namjoon—. ¿Para mi abuelo? —el contrario abrió los ojos y se asustó por no haber cuidado sus palabras. No tenía idea de que ese joven era el familiar del anciano—. ¿Acaso... cree que pueda ser cáncer?

—¿Por qué piensas esos chico? —trató de tranquilizar al contrario.

—No se haga tonto. Estoy viendo los resultados desde donde estoy. Sé leer al revés y no me falta mucho para terminar mi carrera de medicina. —dijo serio, mientras que el doctor Namjoon sintió su alma salirse de su cuerpo y si no fuera por Seokjin ya se habría caído al suelo.

—Idiota. —susurró Seokjin a su oído mientras que golpeaba su nuca.

[...]

¿Seguro que estás bien? —preguntó Moonbin al otro lado del teléfono.

—Si. Te dije que estoy bien. —Rocky se encontraba sentado en la sala de espera, mientras que miraba el reloj de manera ansiosa. Dio su consentimiento para la biopsia, y solo deseaba que su abuelo despertara. Odiaba a ese viejo verde. Pero le tenía bastante cariño de todas maneras.

Has dicho eso tantas veces que ya no parecen palabras.

Rocky volteó los ojos.

—Moonbin. Sabes que yo-... —sus palabras fueron cortadas al ver como alguien conocido salía de la puerta del baño—. Voy a colgar. Te llamo luego.

¡Oye espe-

Se levantó de su sitio, y comenzó a acercarse hacia el chico que parecía desorientado, pero desinteresado a la vez.

—¿Sanha? ¿Qué haces aquí? —se cruzó de brazos y enarcó una ceja. El nombrado lo miró y se acercó rápidamente con una mirada seria.

—¿Cómo está tu abuelo? —podía ser que ahora Sanha tuviera el mismo tamaño que Rocky, pero a pesar de eso seguía emanando esa aura terrorífica que asustaba a cualquiera.

𝑵𝒊𝒏𝒆 𝑴𝒐𝒐𝒏𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora