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Voces.

Rocky podía oír voces a lo lejos, como si estuvieran en lo profundo de una cueva sin fin. Sus ojos pesaban demasiado, y una luz cegadora estaba encima suyo.

Alcohol.

Lo primero que captaron sus fosas nasales fue ese característico aroma de alcohol puro que contenían los hospitales. Lo reconocía muy bien, después de todo, era el mismo aroma que había en la casa hogar en donde su abuelo estaba pasando sus días. Como lo extrañaba, quizá sea hora de que vuelva a visitarlo, así sea doloroso que no lo recuerde.

El sonido intermitente del monitor cardiaco a su costado se hizo más fuerte con el pasar de los segundos. Su cabeza daba vueltas y cuando intentaba abrir los ojos un gran mareo se instaba en esta.

—Agh... mierda. —susurró al sentir un punzante dolor en su frente que hizo que llevara una mano a esta—. ¿En dónde estoy? —susurró aunque sabía la respuesta con claridad, pero la pregunta era, ¿por qué?

—Miren. Está despertando. —oyó decir a alguien—. ¿Rocky? ¿Me escuchas? ¿Cómo te encuentras? —esa voz, conocía esa voz.

Miró hacia su izquierda, notando habían tres siluetas frente a él al costado de la camilla. El del fondo estaba vestido de blanco, seguramente era el doctor.

—¿Qué... sucedió? —preguntó bajo mientras que su vista se acoplaba a la luz y podía ver claramente a Moonbin y Eunwoo frente a él.

—Gracias a Dios estás bien. Nos tenías preocupados. —comentó Moonbin abrazándolo de forma suave para no lastimarlo. Una venda cubría parte de su cabeza.

—¿Esto es un hospital? —preguntó mirando con desconcierto a los costados.

—Sí. ¿Recuerdas que estábamos manejando bicicleta por el bosque? —preguntó Eunwoo dándole una mirada de "di que sí" al contrario.

En ese momento Rocky recordó lo que había sucedido. Claro. Una de esas criaturas irrumpió en su casa y lo secuestró. En algún punto del trayecto debió haberse golpeado la cabeza contra algo que lo dejó inconsciente. No recuerda muy bien, su mente aún estaba algo alborotada.

—S-Sí. —dijo sobándose la nuca—. ¿Por qué? ¿Qué pasa? —preguntó al ver a los tres presentes viéndolo con algo de preocupación.

—Rocky... será mejor que escuches al doctor. —comentó Eunwoo mientras se colocaba al lado de Bin y miraban hacia el mencionado.

El ambiente se volvió tenso.

[...]

La mirada de Rocky estaba perdida. Sus ojos estaban abiertos y al borde de soltar lágrimas mientras recostaba su espalda en las almohadas tras él. Tanto Eunwoo como Moonbin no supieron que hacer una vez que el doctor abandonó el cuarto.

—Y-Yo... —Rocky no encontró las palabras para expresar lo que estaba sintiendo—. N-No entiendo. ¿Cómo... Cómo es posible?

—No lo sabemos. —respondió Eunwoo, pues Moonbin estaba aguantándose las lágrimas tras él y no tenía la voluntad suficiente como para no quebrarse frente al contrario—. Te habías dado un golpe muy fuerte en la cabeza y no sanabas así que te trajimos al hospital para qu-

—¿Cómo es posible que tenga un tumor cerebral?

Eunwoo bajó la cabeza entrelazando sus dedos.

—Yo... no lo sé.

—¿Cómo que no lo sabes? —preguntó molesto—. Eres un maldito alien, deberías saber sobre estas cosas. ¿Qué acaso tu especie no t-tiene algo como una cura mágica que pueda eliminar este gigantesco tumor que tengo? D-Debe de haber algo.

𝑵𝒊𝒏𝒆 𝑴𝒐𝒐𝒏𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora