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—R-Rocky... —Sanha intentó hablar entre el beso, pero el contrario parecía tan desesperado que apenas podía abrir la boca—. A-Así no es como funciona.

Después de que Rocky prácticamente huyera de la habitación de su abuelo, tomó a Sanha de la mano, el cual había estado en la puerta todo el tiempo, oyendo la discusión de ambos. Lo arrastró contra su voluntad con bastante fuerza pues el contrario se negaba a acompañarle pero al ver que estaba llamando la atención de muchos doctores y enfermeras solo se dejó llevar.

Rocky lo encerró nuevamente en el baño, y lo estampó contra la pared:—¿Dices que puedes absorber mis sentimientos no? Pues hazlo.

Y fue ahí cuando lo besó con desespero, con la intención de que Sanha borrara aquella amargura que estaba dentro suyo a causa de su abuelo. Su corazón estaba latiendo de forma agitada, mientras que el contrario se negaba a hacerlo.

—N-No puedo... —trató de alejarlo por los hombros, pero Rocky se aferró más a él tomándolo por la cintura y aprisionándolo entre los brazos.

El beso continuó de forma brusca. Rocky comenzó a meter sus manos por la prende de Sanha sintiendo su cálida piel y manoseándola a su gusto. Sanha, al sentir aquello, se sobresaltó y abrió los ojos en grande. Y en un impulso simplemente tomó a Rocky por el hombro, lo giró sobre su talón y le dislocó la muñeca.

—¡Mierda! —gritó este debido al impacto, siendo soltado de inmediato y alejándose de Sanha—. ¿Se puede saber qué te sucede? —preguntó incrédulo, mirándolo con clara molestia.

—¿Que qué me sucede? —su tono cambió a uno molesto, al igual que su rostro—. ¿¡Qué mierda es lo que te pasa a ti!? —exclamó furioso, mientras que Rocky tragaba duro con el rostro serio—. ¿Cómo vienes así de la nada, me encierras en el baño y me besas esperando a que borre tus sentimientos? ¡Claramente no lo voy a hacer!

—¿¡Y por qué no!? —respondió gritando, mientras su muñeca se posicionaba nuevamente en su lugar sin esfuerzo alguno—. Tú mismo dijiste que puedes hacerlo, ¿por qué ahora no? ¿No ves que lo necesito? —se apuntó al pecho mientras volvía a acercarse al contrario—. Juré por mi vida que jamás me iba a volver a sentir de esta manera por él... pero después de todo sigue teniendo control sobre mí.

Sus ojos, al borde de las lágrimas, reflejaban un gran dolor. Rocky amaba a su abuelo, de verdad que lo hacía. Pero la sensación que él causaba dentro suyo era un completo fastidio.

—Rocky yo...

—Sanha, por favor. —suplicó el contrario—. No quiero sentirme así...

El contrario tensó su mandíbula, mirándolo serio y pensando si lo debía hacer o no. No es que no podía, claro que puede. Pero lo que no le había dicho a Rocky, es que mientras más absorba sus emociones, llegará un punto en el que estos dejen de existir, convirtiéndolo en un lienzo completamente en blanco incapaz de sentir emoción alguna.

Suspiró en grande, mordiéndose el labio y pensar qué era lo que podía hacer. Pero para empezar, no le debía de importar la vida de aquél humano, lo único que él quería es la marca, no a su portador.

Así que sin pensarlo más, sus labios se estamparon fuertemente contra los del contrario, e inició un salvaje beso. Rocky lo empujó hacia la pared sin separarse y comenzó a apretar con fuerza la cintura del contrario.

El interior de la boca de Sanha se iluminó de azul, al igual que la de Rocky. Un hilo de magia apareció entre ambos, y poco a poco Sanha comenzó a absorber aquellos agrios sentimientos que estaban dentro del corazón de Rocky.

Segundos después se alejó, empujándolo por los hombros y viendo los ojos llorosos del contrario. Sus respiraciones estaban agitadas, y Rocky descendió su mirada hacia sus labios. Su pesada y caliente respiración estremecía el cuerpo de Sanha y hacía erizar sus vellos.

𝑵𝒊𝒏𝒆 𝑴𝒐𝒐𝒏𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora