🌔44

106 20 111
                                    

La boda de el sargento Jinjin y Myungjun estaba a la vuelta de la esquina.

Sí, por más loco que pareciera, iban a hacerlo antes de que la batalla que decidirá el destino de su planeta suceda. Que cosas.

—¿Qué significa casarse con alguien, Myungjun? —preguntó Eunwoo.

Poco después de que tanto Rocky como Sanha llegaran a los cuarteles principales del Sector 6, Eunwoo fue contactado por uno de sus agentes el cual... quizá no se explicó de la mejor manera al decirle que tenían a sus amigos "retenidos" y que si no venía de forma pacífica posiblemente tengan que recurrir a métodos poco ortodoxos.

Sí... eso no acabó bien.

Eunwoo lo tomó como una amenaza y se molestó, y bastante. Había tenido un mal día porque no pudo acercarse a Moonbin por sus tontos compañeros que lo estuvieron acaparando toda la mañana y encima la máquina expendedora de la universidad no tenía su lata de jugo de fresa favorito.

Así que cuando le dieron las indicaciones Eunwoo simplemente... estuvo apunto de destruir el lugar.

No, no mató a nadie, simplemente les rompió algunos huesos o los dejó completamente inconscientes en su búsqueda. Posiblemente hubiera acabado con los cientos de soldados que se encontraban en las instalaciones de no ser por Myungjun y Sanha los cuales aparecieron a último momento salvando el día para los soldados.

"—¡Eunwoo, detente, estamos bien! —exclamó Sanha viendo como Eunwoo sostenía a un moribundo hombre por el cuello de su camiseta antes de soltarlo y girar en su dirección.

—¿Q-... Qué? —preguntó con voz cansada y agitada, había corrido una gran cantidad de hectáreas para llegar al lugar.

—Nosotros estamos bien, no tenías que hacer un desastre.

—Pero... Pero el mensaje... decía que estaban secuestrados.

—¿¡Secuestra-... !? ¿¡Quién carajos envió ese mensaje!? ¡Despídanlo! —exclamó Myungjun".

El contrario levantó su mirada de la pantalla que yacía en el escritorio frente a él y dio la media vuelta observando a Eunwoo el cual yacía rodeando la mesa mientras la tocaba con las yemas de sus dedos viendo con detenimiento el holograma en el centro que demostraba toda la topografía del bosque en donde yacía la manada de Sanha.

—¿Casarse? —preguntó curioso acercándose y colocándose al otro extremo de la mesa—. ¿Por qué lo quieres saber? ¿Planeas hacerlo algún día?

—Yo... No lo sé. —comentó algo desanimado deteniéndose y ladeando su rostro viendo las montañas frente a él—. Aún soy nuevo en todo esto del... amor, MJ. Dediqué mi vida a la batalla, a mi maestro, el Gran Alfa. Pero cuando desperté en este mundo, mi corazón se sintió cálido, querido y... —levantó la mirada—. Por primera vez en mi vida quiero formar una familia. Una familia con Moonbin.

Aquellas palabras enternecieron al contrario. Se notaba que quería aprender sobre ese nuevo sentimiento que aún estaba desarrollándose en su interior, no lo culpaba, a él le tomó años averiguar todo lo que se necesitaba para saber exactamente que lo que sentía era amor puro y verdadero.

—Es bonito que digas eso, Eunwoo. Considerando que alguna vez vi tus batallas en el pasado, nunca creí llegar a oírte decir eso. Siempre pensé que eras alguien de sangre fría, que no dudaría en sacrificar su vida con tal de proteger al Gran Alfa. La última vez que te vi fue cuando apenas eras una cría, pero aún así peleabas como todo un guerrero. —sonrió mientras rodeaba la mesa, acercándose al contrario y manteniendo sus miradas conectadas—. Supongo que todo el mundo cambia de una u otra forma. —suspiró.

𝑵𝒊𝒏𝒆 𝑴𝒐𝒐𝒏𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora