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Ambos se miraron tenazmente y pronto comenzó la pelea por la que tanto había estado esperando. No la recordaba tan fea pero eso hacía que el matarla sea más fácil. Qué podía decir, le gustaban las cosas bonitas.

Rocky atacaba una y otra vez, cortando sus colas con facilidad las cuales se regeneraban a cada momento, la matriarca no se quedaba atrás tampoco, ella se movía de un lado para otro con una velocidad extrema embistiendo a Rocky en varias ocasiones en las cuales este aprovechaba para darle golpes en la cabeza. Sus garras rasgaban su ropa y partes de su cuerpo por igual como espalda, mejillas y muslos dejándolo. Un poco más y lo iba dejar como rendija.

—¡Sanha, apúrate carajo!

—¡Hey, el único que puede decir carajo soy yo! —cuando la matriarca fue golpeada por Rocky, impactó contra una de las rocas altas, encima de esta se encontraba Sanha, el cual simplemente dio un salto para caer en el lomo de la criatura y enterrarle las garras.

La matriarca jadeó del dolor y comenzó a moverse desesperadamente sacudiendo su cuerpo con la intención de soltar aquél agarre el cual Sanha se esforzaba por mantener.

Rocky aprovechó tomando la espada y haciéndole varios cortes a la contraria cada vez que tenía la oportunidad para debilitarla más. Tiempo después Sanha desenterró sus garras y dando un salto terminó al lado de Rocky.

La matriarca, reincorporándose con rapidez en su lugar los miró a ambos y rugió fuertemente dejando ver todas las hileras de dientes afilados en el interior de su boca.

—¡Tú! —Rocky la apuntó con la espada—. No sabes cuánto te odio. —gruñó tan grave mostrando sus colmillos que incluso Sanha llegó a sentir su cuerpo temblar—. ¡Me quitaste a mi mejor amigo! —como respuesta recibió un rugido feroz—. Ni siquiera vale la pena hablar contigo. No tienes cerebro.

—De hecho si lo tienen y son más inteligentes que los humanos. —susurró Sanha para sí mismo levantando los ojos y mirando a otro lado.

—¡Esta... será mi venganza, maldito Spanky! —exclamó molesto con los ojos hirviendo en rabia. Tomó la espada y la colocó frente a él cerca de su cabeza cerrando sus ojos—. Es ahora o nunca pequeña.

—¿Qué harás? —preguntó Sanha.

—Mi super ataque secreto. Lo estuve practicando a escondidas con esta hermosura. —comentó mientras le daba un beso al mango, Sanha suspiró.

—¿Y cuál se supone que es tu super ataque secreto? —preguntó curioso aunque en el fondo no quería saber la respuesta porque sabía que iba a ser algo realmente absurdo de lo cual no podrá borrar de su mente por un momento tan vergonzoso.

Rocky no contestó, simplemente gritó como si eso le diera alguna clase de poder adicional al igual que la matriarca la cual enrolló su propio cuerpo para luego impulsarse hacia ellos con la boca abierta dispuesta a devorarlos.

—¡Miska!

—Ay no.

Sanha saltó hacia un lado para esquivar el ataque de la matriarca mientras que Rocky daba un salto hacia arriba quedando encima de esta y haciéndole un corte veloz en el aire cerca de su lomo bastante profundo el cual la hizo gemir de dolor.

—¡Muska!

—Por favor no sigas.

La matriarca se desplazó hacia el muro mientras Rocky caía al suelo para tomar impulso y lanzarse hacia él nuevamente elevando sus dos brazos para abarcar más terreno del que no pueda oír, pero no esperó que Rocky simplemente se pusiera en lateral y cortara su brazo derecho y en corto su cola cuando pasó cerca a él.

𝑵𝒊𝒏𝒆 𝑴𝒐𝒐𝒏𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora