- ¿Estás solo en casa?
Sus ojos oscuros gustaban observar hasta las esquinas menos interesantes de mi hogar, pero no eran escurridizos: su mirada era penetrante e inquisitiva, no tenía la necesidad de disimular, simplemente se mantenía firme pero con un semblante relajado ante todo.
- Mis padres me dejan vivir solo, cuando quiero privacidad simplemente tomo por opción alojarme en este lugar algunos días -Me encogí de hombros mientras me sacaba los zapatos- diría que es una forma de independizarme pero solo te estaría engañando ya que ellos pagan todo, yo me lavo las manos y pongo el culo en la cama para descansar.
- Qué directo -exclamó- ¿puedo sacarme los zapatos o prefieres que ya me vaya?
- La vez pasada dejaste que me quede en tu casa así que me parece correcto que estés aquí un rato.
En un silencio que me pareció eterno Hyunjin comenzó a quitarse los zapatos, sin apuro alguno.
No podía negar los nervios que tensaban cada parte de mi cuerpo, me encontraba tan vulnerable cuando me ponía a analizar la situación. Estaba solo con Hwang en plena noche, mi cuarto quedaba a unos miserables cinco pasos y los falsos escenarios no tardaban en predominar en mis pensamientos.
Por mi parte simulaba tener una máscara de control y seriedad, lastimosamente era una máscara mal puesta porque mis manos habían comenzado a temblar inconscientemente cuando el pelinegro se colocó recto y en pocos segundos se aproximó hacia mi.
- ¿Qué quieres hacer? -intenté sonar casual pero pareció mas una amenaza, interrogándolo con temor y escondiendo un cuchillo en mi espalda por si me sentía atrapado para poder defenderme.
Sí, claramente estaba exagerando la situación pero demonios, ¿cómo no reaccionar ni pensar de esta forma teniendo a Hwang Hyunjin tan cerca?
- No lo sé, es tu casa -carcajeó calmando el ambiente- ¿Te encuentras bien?
En un rápido movimiento de cabeza respondí afirmativamente aunque era una vil mentira.
- ¿Quieres mirar una película?
Mala pregunta.
- ¡Claro! -respondió inmediatamente, de forma animada.
¿por qué era una mala pregunta? Lo era ya que tenía un solo televisor, y éste descansaba tranquilamente en una mesita de mi habitacion. ¿Qué implicaba eso? Demonios, esto no necesita más explicaciones, todo era tan obvio.
No sabía cómo comenzar la oración, Un "¿Vamos a mi habitacion?" ¿estaría bien? Quizás un "Oye, el televisor está en mi habitación, grrr" o un "Tu, yo, solos, una habitación, una cama *guiño guiño*".
Mierda, esto no funcionaba así.
- ¿entonces veremos la película? -Preguntó sacandome del transe.
- Mi habitación.
Me había visto como un idiota, simplemente me ahogué en nervios y solté lo primero que se me cruzó, quedando así algo mal formulado.
- ¿Qué tiene tu habitación Bin?
- E-el televisor está ahí -evadí su mirada torpemente.
¿Hyunjin me pediría... Sexo?
No, no, no, no. ¿Y si estaba sucio? ¿Y si olía mal? Ni siquiera me había dado tiempo de bañarme.
Había comido empanadas y mis dientes estaban sucios, quizás mi boca no estaba tan agradable. No podía besarlo de esa forma.
- Oh. Está bien, ¿Vamos?
Caminé esperando que me siguiera. Finalmente nos adentramos en mi habitación, dejé mi mochila en una esquina y él copió mi acción.
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Astuto| HanKnow
Teen FictionNadie sabia que detrás de esos anteojos y de su amable sonrisa se escondía un gran amante del sadismo y masoquismo. Donde Minho busca ayuda en matematicas y se topa con el nerd de su clase. - Te enseñaré matemáticas a mí manera -Habló el peliazul- C...