Nadie sabia que detrás de esos anteojos y de su amable sonrisa se escondía un gran amante del sadismo y masoquismo.
Donde Minho busca ayuda en matematicas y se topa con el nerd de su clase.
- Te enseñaré matemáticas a mí manera -Habló el peliazul- C...
Mirar las expresiones de Jisung solo me daban más ganas de gritar con fuerza lo mucho que me estaba gustando.
- Mierda~ -Gimió roncamente.
De un momento a otro su brazo hizo tanta presión que solté una leve tos.
Una risita burlesca salió de los labios del contrario. Su brazo hizo más presión y mi rostro comenzó a ponerse rojo por la falta de aire.
- Ji....J-... Jisu-ng... -Puse mis ojos en blanco cuando sus estocadas aceleraron.
- ¿Me decías enfermo a mí? Me gustaría que te veas a ti mismo justo ahora -Dió una brusca estocada- La respiración está abandonando tu cuerpo pero aún así estás disfrutando que toque tu punto sensible -Otra estocada más- ¿Que opinas sobre morir así? Vas a morir pero estás prestándole más atención al placer que al dolor.
Quería decir tantas cosas pero por obvias razones no podía al tener su brazo, pegado con intensiones de hacerme perder la cordura, en mi cuello.
Cuando mi vista quiso nublarse y mi cuerpo tomó cómo opción principal perder la noción de todo al no tener otra salida; Él me trajo de nuevo a la realidad con una nalgada. Una nalgada tan fuerte y ardiente que logró hacerme escapar un gemido más alto comparado a los anteriores.
Mi cuerpo tomó todo el aire que pudo con total desesperación cuando el peliazul tuvo compasión de mi y soltó mi indefenso cuello.
Sus brazos que tenían un aspecto debilucho debajo de esas capas de ropa pertenecientes a el uniforme escolar, tomaron de mi cintura dándome vuelta con demasiada facilidad.
Ahora me encontraba en cuatro con Jisung entrando y saliendo sin pudor alguno de mi orificio anal.
- Dí que eres mi puta -Se inclinó un poco hacia adelante.
Su voz ronca cerca de mi oído causó un notorio estremecimiento en todo mi cuerpo.
- Soy tu puta -Murmuré inaudible entre jadeos.
- ¡Grítalo! -Levantó su voz mientras sus uñas se clavaban en mis nalgas.
- ¡S-soy tu p-puta~! -Admití cegado de placer y lujuria.
- Si tu eres mi puta, ¿yo que soy para ti?
Recordé mi sueño y tragué en seco dudando en si decirlo o no.
- Eres mi... Daddy Jisung~ -Mordí la almohada cuando repetidas veces sus manos golpeaban mis nalgas.
De un movimiento brusco levante mi cabeza gracias a que sus dedos se encontraban tirando de mis cabellos.
Sentir su largo y gordo pene tocar tantas veces mi punto sólo lograba que mis ganas de venirme sean más intensas.
- ¡V-voy a... ve-venirm-... -Antes de poder terminar la oración mi líquido había salido disparado empapando las sábanas.
Unos pocos segundos después sentí la esencia caliente de Jisung llenar mi interior logrando un leve ardor ahí dentro.
El peliazul salió de entre mis piernas cayendo boca arriba justo a mi lado. En mi caso, quedé en cuatro mientras mis piernas temblaban y tenia una expresión congelada en mi rostro.
- ¿Qué te sucede ahora?
- N-nunca se habían corrido en mi interior, se s-siente raro.
Chasqueó su lengua restandole importancia a mi inexperiencia en el sexo.
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Pido mis sinceras disculpas ante mi asqueroso primer lemon.
Ojalá ésta noche duerman y no despierten nunca más <3.
