Astuto| HanKnow

🌼《•𝙲𝚊𝚙:𝟷𝟶•》𝚖𝚢 𝚜𝚠𝚎𝚎𝚝 𝚋𝚘𝚢...🌼

||•Jisung•||

Mis lágrimas caían con rapidez y facilidad de mis ojos.

Me encontraba en mi habitación, más específicamente en mi cama mirando el techo color blanco mientras lloraba por lo sucedido con Minho hace unos minutos atrás.

- ¡Jisung! En un rato vendrá la vecina de visita -Habló mi madre de el otro lado de la puerta.

Limpie mis lágrimas y trate de que mi voz no se quiebre al responderle.

- Está b-bien madre -respondi.

Escuche los pasos de mi madre alejarse de la puerta y solté un fuerte suspiro para luego seguir soltando lágrimas.

Minho me gustaba mucho, el era muy bonito y mucho antes de que me adelantaran de año ya lo conocía. Me gustaba espiarlo de lejos, su voz me parecía y me sigue pareciendo muy bonita.

Lo acose durante tres años seguidos, el nunca supo mi nombre hasta ahora que estamos en la misma sección.
Me siento feliz de poder mirarlo de cerca más tiempo en clases.

Lastimosamente yo para el era un simple enfermo, quizás tenia razón pero todo lo que hacía por el era simplemente amor.

- Te amo Minho -Susurre para mi mismo.

Lo amaba, mi amor hacia el era realmente puro y verdadero, incluso podía decir que lo conocía más a el que a mí mismo pero, el no siente lo mismo por mi y no hay razones para seguir detrás de él.
Estuve a la siga suya durante casi cuatro años, nunca me notó en lo más mínimo y cuando por fin lo hace es simplemente para decirme que soy un pedazo de mierda y un estorbo en su vida.

Me encanta su hermosa risa melodiosa, me encanta cuando sonríe y sus labios se vuelven más finos de lo que normalmente son, me gusta su cuerpo, sus pequeños ojos café que son mi perdición, las expresiones que hace involuntariamente sin saberlo. Me encanta todo de el pero quizás soy muy terco para demostrárselo de una manera delicada como a el le gusta.

Simplemente no soy para el y no voy a perder más años de mi vida enamorado de alguien que no me corresponde.

Un golpe en la puerta interrumpió mis pensamientos.

Volvi a limpiar con la manga de mi pulóver mis recientes lágrimas y sople mi nariz.

- Si eres mi madre pasa -Levante un poco mi tono de voz para que me escuche.

Un par de golpes se volvieron a escuchar y me di cuenta de que no era mi madre.
Me levanté de mala gana de mi cama y abrí la puerta.

- ¿Tú quién er-... -Me interrumpió.

- ¡Hola! -me abrazó- Soy Hyunjin, el amor de tu vida -Me guiñó un ojo y rió- es broma -Entró a mi habitación sin mi permiso- Dios, que linda habitación. El azul de las paredes es muy lindo, ¿Es un tono azul de prusia? Yo quería ese color en mi habitación pero la comparto con mi hermano mayor Bangchan. El tiene veinte y es realmente guapo, si no fuera mi hermanastro le entraría como bizco al mate -Se recostó en mi cama- tu cabello es muy bonito, ¿Me dejas tocarl-... -Se interrumpió él mismo haciendo otra pregunta- ¿Tienes juguetes sexuales en ese armario?

Frunci el ceño al escuchar como soltó un millón de datos en menos de dos minutos.

- Oye, ¿No te parece un poco desubicado recostarte en mi cama? Nisiquiera te conoz-...

- ¿Tienes juguetes sexuales en ese armario? -repitio- Oh, a mi igual me gusta lo rudo -Habló como si yo le hubiera respondido que si tenia juguetes sexuales ahí dentro.

Me quedé en silencio mirándolo.

Traía un pulóver de color amarillo que le quedaba grande y un jardinero haciéndolo parecer a un minion.

- ¿Estabas llorando? -Se levantó y se acercó hasta mi- ¿Quieres un abrazo? Soy bueno para los abrazos.

No me dejó responder ya que me abrazó.

- Todo va a estar bien, ¿Bueno? Llora si quieres, aveces está bien quebrar aunque sea una vez -acarició mi espalda.

Y mágicamente me encontraba llorando abrazado a un desconocido que para el colmo era demasiado confianzudo.

||•Minho•||

Jisung no venía a la escuela desde hace tdos días y a pesar de que sonaba muy exagerado, me preocupaba.

Me arrepiento demasiado de haberle dicho esas cosas ese día que fue a mi casa.

- Llega tarde joven Han -Dijo el profesor de biología abriendo la puerta.

Una cabellera peliazul entró y lo miré atentamente tratando de escuchar cual era la causa de sus faltas.

- Si profesor, mil disculpas -Susurró- ya justifique mis faltas en la dirección y también la hora en la que estoy llegando -Le dedicó una leve sonrisa al profesor.

- ¿Que ocurrió? Se que ni me incumbe como docente ya que dijiste que lo justificaste pero se le extraño mucho en clase -Sonrió amistoso el profesor- usted es el único alumno que participaba en clase.

- Estuve enfermo pero ya no volveré a faltar -respondió Jisung.

Dejaron de hablar y Jisung se fue a su asiento sin nisiquiera dedicarme una pequeña o rápido mirada.

¿Estuvo enfermo? Pobrecito.

Las horas pasaban y no podía pasar ni un segundo sin mirar a Jisung, me encontraba muy preocupado y arrepentido.

Sonó el timbre para la salida al recreo y el salió rápidamente en dirección al baño.
Lo seguí.

||•Jisung•||

Al llegar al baño ahí estaba Hyunjin.

- ¡Tanto tiempo sin verte amorcito! -Gritó abrazandome y reí.

- Vinimos juntos al colegio, no seas exagerado -palmee su espalda.

Nos separamos y ma acerque a mojar un poco mi cara con agua.

- ¿Hoy debes ir al hospital? Estoy cans-.. -La puerta siendo abierta lo interrumpió.

Mire por el espejo y se trataba de Minho.
Le dediqué la mirada más seria que pude y luego volví la mirada hacia mis manos.

- Bueno, como decía, ya estoy cansado de acompañarte hasta allá, ¿Iras al hospital hoy de nuevo? -Reiteró Hyunjin.

Abrí mi boca para hablar pero una voz me interrumpió.

- ¿E-estabas enfermo? -Habló Minho- Y-yo estaba preocupado por ti -Murmuró.

Me quedé en silencio sin responderle y me sequé las manos.

- Oye, el chico te está habl-... -Interrumpi esta vez a Hyunjin.

- No se de que chico me hablas, mejor vámonos -susurré tomando a Hyunjin de la mano para luego salir de el baño.

Llegamos a la cafetería y nos sentamos en una mesa vacía.

- Fuiste muy malo, ese chico parecía realmente interesado en ti.

- El es el chico del que te hablé -solté un suspiro.

- ¡¿Y aún así se atreve a hablarte?! ¡Que hijo de puta! ¡Voy a hablar seriamente con el! -Habló exaltado levantándose con brusquedad de su asiento.

Me acerqué a el y lo detuve abrazandolo por la espalda.

- él ya no me importa, no te preocupes.