||•Minho•||
Su mano me obligaba a subir de arriba abajo, el pene de Jisung era tan grande que sentía que me iba a morir cada que su punta llegaba a lo profundo de mi garganta.
- ¡Mgh!~ -gemí ahogadamente, él solo siguió penetrando bruscamente mi boca.
Cerré mis ojos con fuerza para olvidarme de aquellas horrorosas ganas de vomitar.
Sacó su pene de mi boca y me miró desde arriba, con una media sonrisa en su rostro, demostrando altivez por verme tan vulnerable.
Retuve las arcadas cuando metió todo de nuevo y volvió sacarlo, repitiendo la acción tres veces antes de volver al mismo ritmo desastroso de antes.
De mis ojos seguían saliendo lágrimas, era excitante complacerlo y escucharlo jadear gracias a mi inexperta boca.
- Demonios~ -lanzó su cabeza hacia atrás mientras el agarre en mi cabellera se volvía más fuerte.
Abrí mis ojos de par en par cuando sentí algo húmedo en mis boxers, por favor que no haya....
- ¿Eyaculaste? -preguntó en tono de burla sacando su miembro.
Mierda, mierda, mierda y más mierda.
- ¿acabas de eyacular simplemente por hacerme un pete? -rió de forma descontrolada haciéndome sentir humillado.
Acababa de correrme solo por escuchar a Jisung jadear un simple "demonios".
- ¡Jisunggie! ¿Estas en casa? -se escuchó desde la puerta principal.
Iba a levantarme para colocarme los pantalones y pretender que nada sucedía, en realidad, cualquiera reaccionaría de forma rapida si tu madre llegaba a casa y estabas teniendo sexo oral con alguien más.
Quizás Jisung no era de esos, simplemente jaló bruscamente mi cabello, haciéndome señas con los ojos para que me quede arrodillado frente a él.- ¿Jisunggie? -tocó la puerta de la habitación esperando respuestas.
- Estoy aquí madre, con Minho, haciendo tarea -Levantó su voz para que ella pudiese escucharlo.
De un momento a otro habíamos vuelto al principio, él estaba penetrando mi boca sin ningún tipo de miedo a que su madre abriera la puerta y nos encontrara en esta situación tan vergonzosa.
- Quiero que me mires -Susurró empujando mi nuca con fuerza.
Obedecí guiando mis ojos hasta los suyos, sufriendo completamente por el tamaño de Jisung junior, o quizás Jisung anaconda. A él sí que le quedaba bien el apodo, mi Minho anaconda se sentía muy diminuto a la par suya.
- ¿Estas con Minho? Entiendo, entonces los dejaré estudiar tranquilos -rió detrás de la puerta y sus pasos sonaron lejanos luego de unos segundos.
La madre de Jisung era genial, si yo no le respondía a mi madre a la primera simplemente abría la puerta de par en par sin importar si estaba en plena manuela o durmiendo semidesnudo.
Sus movimientos se volvieron más rápidos y bruscos, su miembro estaba más que duro por lo que deduci que ya estaba a punto.
Tosí cuando su esperma salió disparada dentro de mi boca, iba a escupirlo pero él me obligó a tragarlo.
Ni siquiera quise saborearlo, solo tragué duro y seguí tosiendo.- Buen chico -felicitó acomodando los mechones rebeldes de mi cabello.
Relamí mis labios y suspiré levantándome del suelo. Me recosté en su cama, completamente exhausto.
Sentí la cama hundirse justo a mi lado, Jisung acababa de recostarse conmigo.
- Creo que realmente te gusto mucho -rió- no crei que te corrías sin tocarte, de la nada.
- ¡ya! Sólo me emocioné, para mí también es raro.
- Eres muy bonito.
- ¿Cómo? -lo miré sin entender sus balbuceos.
- nada, nada -bufó mirando el techo- ¿ahora si vas a irte?
- ¿me estás echando?
- prácticamente.
Me subí encima suyo y le sonreí coquetamente acercándome a su rostro.
- ¿no crees que es muy rápido?
- M-minho mi m-madre está en casa, ni lo pienses -desvio su mirada en otra dirección e intento alejarme poniendo sus manos en mis caderas.
- ¿acabas de tartamudear?
- Estas imaginando idioteces, solo bájate de una vez por todas -termino haciéndome caer de nuevo a su lado.
- dame un beso, uno solo y juro que me iré, por favor -rogué puchereando.
Suspiró molesto y se acercó a mis labios, comenzando a besarme.
- Chicos, ¿Prefieren chocolatada o té-.... -se interrumpió luego de abrir la puerta al vernos besándonos, y en boxers.
- ¡m-mamá! -chilló jisung tapando su nueva erección.
- ¡Dios mío! -su celular cayó en el suelo ante la sorpresa- ¡lo siento, lo siento, lo siento! -repitió levantando su celular- Creo que m-mejor un cafecito, ¿si? Si -Se contestó ella misma cerrando la puerta con rapidez.
Actualicé tres días seguidos, q onda, le voy a decir a mis viejos que me peguen y me ignoren más seguido para poder actualizar rápido.
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Astuto| HanKnow
Teen FictionNadie sabia que detrás de esos anteojos y de su amable sonrisa se escondía un gran amante del sadismo y masoquismo. Donde Minho busca ayuda en matematicas y se topa con el nerd de su clase. - Te enseñaré matemáticas a mí manera -Habló el peliazul- C...