Nadie sabia que detrás de esos anteojos y de su amable sonrisa se escondía un gran amante del sadismo y masoquismo.
Donde Minho busca ayuda en matematicas y se topa con el nerd de su clase.
- Te enseñaré matemáticas a mí manera -Habló el peliazul- C...
Abrí mis ojos soltando un par de sonidos de resignación, mi madre estaba tocando la puerta.
- chicos, despierten para desayunar.
Sin esperar respuesta simplemente se marchó mientras Minho se daba la vuelta en mi dirección, aún durmiendo.
Observé con detenimiento su rostro, simplemente parecía ser tallado por los mismísimos dioses, mierda.
Mi mirada bajó hasta su cintura, en donde la remera del pijama estaba más arriba de su cintura, permitiéndome ver su nívea piel marcada con mis manos gracias a el día anterior.
Quizás debía intentar no apretar tanto su cintura para la próxima.
Mierda, acabo de mencionar una próxima vez.
- mh. -jadeó soltando un suspiro mientras echaba su cabeza hacia atrás, apoyándose en su brazo.
Mi dedo índice se vio atraído por la curvatura de su cintura, lo pasé lentamente por encima de la marca bastante notoria que se posaba en la zona y Minho se removió un poco incómodo. De la nada tomó de mi muñeca, estirando mi brazo para que atrapara su delicada cintura.
Tragué en seco, su cuerpo se había acercado más y su rostro ahora estaba frente a mí, logrando llevarse completamente mi atención. ¿Es que no se cansaba de ser tan perfecto? Me hacía sentir ansioso, quería acariciar cada rincón de su cuerpo con cuidado y suavidad.
- Me gustaría decirte que eres lindo sin tener que soltar alguna grosería de por medio o cambiar de tema antes de nombrarlo.
Ahora mi mano ascendió hasta su mejilla, la cual comencé a acariciar con ternura, simplemente era inevitable no actuar de esa forma cuando él dormía.
- ¿Jisung? -tomó mi mano y acarició el área, generando que la mía deje de ser tan empalagosa con él.
- Lo siento, solo-...
- cállate -rió suavemente logrando que mi corazón se estremeciera- Estoy despierto desde que tu mamá tocó la puerta.
¿Entonces él-...
- dime que soy lindo, soy todo oído -Fruncí el ceño al escucharlo- ¿sabes qué? Mejor sigo fingiendo que duermo -cerró sus ojos y cada ciertos segundos los abría, viendo si iba a actuar o iba a quedarme paralizado.
Solté una suave risita y me apoyé en mi brazo, elevandome un poco sobre la cama para acercarme a sus labios y plantarle un beso lento.
Al separarme me quedé a cierta distancia de su rostro, analizándolo con seriedad.
- Minho, eres lindo.
Oh mierda, se suponía que solo iba a quedar la idea de decirlo en mi cabeza como todas las veces pasadas. ¿Por qué ahora no venía mi madre a interrumpir?
- ¿Podrías repetirlo? -Sonrió enormemente con un extraño brillo en sus ojos.
Iba a responderle de forma cortante, diciéndole un simple "no, no seas idiota" pero es que su carita me transmitía tanta ternura, realmente me encontraba ansioso por verlo con sus cabellos revueltos, sus ojos brillosos, su peculiar sonrisa, ¿La había visto antes? claro que no, minho era tan jodidamente único ante mis ojos.
- eres más que lindo, eres hermoso, precioso, simplemente tan... Tan...
- ¡Chicos levántense de una vez por todas! -golpeó con un poco más de insistencia la puerta y solo me dediqué a suspirar.
- ¡ya estamos despiertos, vamos a cambiarnos e iremos!
Cuando volví mi vista hacia él me sorprendió encontrarlo con varias lágrimas resbalar por sus mejillas.
- ¿Por qué estás-...
- Jisung, esto me hace tan feliz, sinceramente estoy en una enorme disconformidad con mi cuerpo desde hace años pero tu lo dices tan dulcemente que... -sollozó con más fuerza- que... Que me hace creer lo contrario, ahuyentando a todos los demonios de mi cabeza, iluminando mi vida. Por eso dije que si me lastimas físicamente no me interesa, incluso si intentas hacerte el duro -resonó su nariz- sé que muy en el fondo de tu corazón hay una cierta atracción hacia mí, y da igual si es solo atracción física por necesidad de sexo, me hace feliz imaginar que me quieres, quizás siendo una mala copia de la realidad. Solo quiero seguir que tu lado, mintiéndome más para sentirme mejor conmigo mismo, pero, quédate conmigo por favor -desvió la mirada de encima mío.
Las palabras no lograban salir de mis labios, ¿qué había sido eso? ¿Acababa de decirme que no le importaba lo tóxico que se torna esto solo porque me quiere?
- Eres un idiota -bufé.
Su rostro sonrió al escucharme, yo también lo hice.
- Pero la chupas bien así que quizás me quede contigo, por un tiempo más, tampoco te ilusiones -alcé mis cejas.
- Te amo -musitó colgándose de mi cuello, abrazandome con mucha fuerza.
Simplemente me era difícil decirle todo lo lindo que pasaba por mi cabeza, nunca me había relacionado de forma cariñosa con nadie, me costaba ser dulce hasta con mi propia madre aún sabiendo todo lo que soportó por mi y todo lo que luchó por mi.
Juro que voy a tratar de ser más suave contigo Minho, haciéndote saber de a poco lo mucho que te amo aunque no pueda decirlo con palabras y mucho menos con obras.
- ¿me puedo dar una ducha? -Preguntó dejando un beso en mi mejilla.
- claro, le avisaré a mi madre.
Me levanté de la cama y camine hacia la puerta, le saqué el seguro y cuando abrí mi madre tropezó.
- ¿estuviste escuchando todo? -pregunté con desagrado.
- b-bueno, es que... -relamió sus labios, intentando crear alguna mentira- ¡mimho estaba llorando! Así que me quedé a ayudarlo.
- mamá, podrías haber preguntado en el momento. Me parece que no eres buena mintiendo.
Reí junto a él, creo que me encontraba más animado que todos los días anteriores.
Quizás Minho me hacía muy feliz.
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Corto pq mi mishi esta mimosa y no m dejwa escribif.
Los tkm, hoy ando gei. gracias por el apoyo, después se la apoyo yo a ustedes. 🤑🤙
