Desde el día del festival, Izuku y sus compañeros seguían teniendo prácticas y clases normales. Varias disqueras y empresas invitaron a los alumnados de la UA y otras escuelas.
- Kacchan..
- ¿Mmhh?
- ... Sabes.. Ahora que Tomura no me secuestró ni me hizo daño como pensaba.. y no se encuentra si quiera en Japón... Creo que ya puedo irme solo a casa.. No es necesario que me acompañes si no quieres.-
Le dijo el peliverde con una sonrisa tímida. Pues pensaba que el que Katsuki le acompañara a casa solo sería una molestia.
Katsuki paró en seco al escuchar lo que el más chico.
- Deku... ¿No crees que si no quisiera acompañarte.. ya te habría dejado solo desde hace meses?
Izuku abrió la boca tratando de responder. Pero no tenía respuesta.
- Entonces... ¿Lo haces porque somos amigos y te preocupas por mi?
- Haces muchas preguntas. Camina antes de que se haga más tarde.
- Pero Kacch-
- CAMINA IDIOTA.
Katsuki apresuró el paso tratando de ocultar su rubor. Cambiando el tema trató de aligerar el ambiente?
- ¿Aún te gusta Todoimbecil?
- ¿A-ah? ¿Todoroki? N-no no.. digo.. ¿Si? .. no...
- Si te gusta.. ¿Porque no solo se lo dices?
- No es fácil Kacchan. No sé si me corresponderá.
- Así que te gusta
-¡No dije eso! S-solo... aghh
Katsuki se calló. Pues él ya sabía que Shoto no lo quería para algo más. Solo había confundido sus propios sentimientos.
- Entonces... Investiga.
- ¿Cómo?
- Ugh tonto. Podrías solo preguntarle si le gusta alguien. Te recomiendo no declararte hasta que no estés seguro de gustarle también. No quieres acabar bateado y con el corazón roto por estar en la friendzone ¿Cierto?
Quiso sonar lo más casual posible. Tampoco era su intención hacer sentir al inocente Izuku.
- Si.. tienes razón.. Gracias Kacchan.
Le dijo éste con una sonrisa que claramente embobó al pelicenizo.
Separaron sus caminos y Katsuki iba pensando en lo genial que sería estar en la misma disquera que el peliverde. Un día después del festival artístico, a sus hogares habían llegado cartas de invitación por parte de empresas musicales y disqueras.
A ambos les habían ofrecido una en común, y de las mejores. La disquera Shie Hassaikai. Dirigida por un hombre llamado Kai Chisaki, o como muchos otros lo conocen mejor, Overhaul. Era una de las disqueras más famosas y adineradas en Japón.
Cada alumno de música invitado, tendría la gran experiencia de componer una canción, grabarla, y publicarla con ayuda de las disqueras que los invitasen.
Estaba contento, pues ese sería el inicio de sus carreras como cantantes profesionales. Probablemente Izuku se haría rápidamente conocido por su fama en redes sociales.
Sin darse cuenta, ya había llegado a su casa. Entró y fue recibido con los típicos gritos de su madre. Subió a su cuarto y se acostó para descansar. Boca arriba y con un brazo cubriendo su rostro, pensaba en qué grabaría. Estaba la opción de hacer un cover, pero él quería hacer algo original y propio. Con gusto ya había aceptado la invitación, al igual que Izuku.
De tan solo pensarlo, se le escapaba una sonrisa. Inmediatamente se levantó para sentarse en su escritorio y escribir una canción. Debía ser sobre algo que le inspiraba.. pero no sabía como comenzar, Además, necesitaba ayuda de sus compañeros y quizás de la banda de Shoto para practicar. Se la pasó horas y horas escribiendo y tirando hojas al basurero.
Quería escribir algo alocado pero al mismo tiempo romántico, algo agresivo y posesivo pero que también fuera una confesión linda. ¿Su inspiración?
#El chico de los ojos esmeraldas.
Soltó un suspiro agotado y rindiendose. Entonces se acostó nuevamente tomando su celular y revisando sus redes sociales. Había notado que el peliverde se había abierto una cuenta de Instagram, donde ya tenía muchísimos seguidores. Éste solía subir fotos de flores o paisajes. El pecoso también subía algunas fotos de él mismo, pero no eran frecuentes. Katsuki por supuesto, las guardaba todas.
Excepto las que tomaba con sus amigos. Esas las capturaba y recortaba. Le daba algo de vergüenza puesto que incluso había algunas donde aparecía él.
Dejó eso un rato tratando de dormir.
Comenzaba a imaginarse a Izuku en un gran escenario y con una guitarra. Cantandole al público mientras éste se volvía loco. Lo imaginaba exitoso y contento.
Se imaginaba a sí mismo junto a él. Ambos cantando.. ambos gozando de la música del otro. Lo único que le preocupaba, eran los malditos paparazzis.
Que los seguirían a todos lados..
Algo hizo clic en su mente. Se levantó abruptamente corriendo a su escritorio sacando una hoja y escribiendo. Había encontrado la clave y el título para su canción.
Paparazzi.
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Izuku regresó agotado a casa. Le emocionaba saber que una de las disqueras más famosas le habían dado una invitación para grabar.
Tenía que escribir alguna canción para posteriormente grabarla.
Él nunca había compuesto por si mismo una canción por lo que le emocionaba bastante la idea.
Solo que no tenía inspiración. Ni si quiera había progresado con Shoto como para escribir algo romántico.
Debía escribir algo más inspirador.. algo de su vida ¿Tal vez?
Aún le quedaba una semana para pensar y componer. Pues en una semana iría a visitar aquella disquera.
Suspiró recostandose para dormir profundamente..
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El Guitarrista (KatsuDeku)
RomanceMidoriya es un joven adolescente de 16 años, guitarrista y cantante de las calles, quien sin saberlo se hace viral en redes sociales. Accidentalmente conoce a Yagi Toshinori, un cantante y compositor retirado, quien después de conocer al muchacho y...