Si te lo contara ya no sería un secreto (La Selección)

Capítulo 20: Los mellizos y la interrupción

Había pasado una semana de la fiesta de té, la cual había sido todo un éxito, pero ahora Paula echaba aún más de menos a Leah y a Sarah, se lo había pasado tan bien que por un momento pensó que no había pasado el tiempo. Las revistas decían que Sarah había encandilado a todo el mundo y les pareció original y atrevido la elección de vestimenta de Paula.

Las chicas se encontraban en la Sala de las Mujeres y hablaban de lo bien que se lo habían pasado en la fiesta, todas menos Brittany que se dedicaba a decir que Leah era una loca maleducada.

Paula estaba a punto de saltar, no consentía que hablara así de su amiga, pero Amanda le dijo que se relajara, que no debía entrar en su juego porque si hacía alguna tontería, la que estaría fuera sería ella.

De repente salió el tema de sus cumpleaños, el de Paula era a principios de septiembre, por lo que cumplió los 19 un poco antes de entrar en la Selección.

- ¿Qué le vais a regalar a Byron por su cumpleaños?- preguntó curiosa Olivia.

- ¿De qué hablas? ¿Cómo va a ser su cumpleaños?- dijo cortante Brittany.

- Sí, es dentro de dos semanas, creía que lo sabíamos todas- contestó Elizabeth.

- Lo sabía, os estaba poniendo a prueba, pedazo de ineptas.

- ¿Acaso tienes que insultarnos cada vez que hablas?- dijo Paula enfadada- No sé, a lo mejor tienes un problema de educación- terminó imitando a Brittany.

Amanda empezó a reírse frenéticamente, Elizabeth y Olivia se reían un poco más discretas.

- Pues yo le voy a regalar algo insuperable, seguro que vuestros regalos son patéticos- dijo Brittany mientras se iba.

- Seguro que se va a su habitación a pensar algo para Byron- susurró Amanda y todas rieron.

Luego de un rato, Paula se dirigía a su habitación, pero cuando pasaba por la primera planta (la cual tenían terminantemente prohibido pasar sin invitación por algún miembro de la familia real), oyó a alguien tocar el piano y a otra persona discutiendo. Tenía mucha curiosidad por ver lo que estaba pasando, así que se asomó a la puerta de donde venía el ruido.

- ¡Qué lo estás haciendo mal! ¡Me puedes escuchar un segundo!

- ¡No lo estoy haciendo mal, hazlo tú si quieres listilla!

El príncipe Shalom y la princesa Amberly discutían como si fueran dos niños pequeños peleando por el último trozo de tarta. Paula no pudo evitar reírse, estaban muy graciosos y ponían la misma cara de enfadados. Pero se enteraron de que había alguien oyendo, así que los dos se acercaron sigilosamente a la puerta.

- Dios mío, menos mal que eres tú, llegas a ser Byron y nuestra madre nos nos mata- dijo aliviado Shalom.

- Lo siento, sé que no puedo estar aquí sin invitación, pero os he oído discutir y no he podido evitarlo- dijo Paula totalmente tranquila, sabía que los mellizos no le dirían nada a nadie.

- No te preocupes, de hecho no nos vendría mal que alguien nos escuchara porque nuestra madre ahora no puede, ¿tienes un segundo?- preguntó Amberly.

- Sí claro, ¿qué necesitáis?

- Estamos ensayando una canción que nuestra madre quiere que toquemos en la fiesta de Byron y le estoy diciendo a este idiota que no está haciendo bien su parte en el piano- dijo Amberly molesta con su hermano.