- No hace falta que entres, lo tengo todo por medio- dijo Edward interponiéndose nervioso entre la puerta de su habitación y su hermana.
Habían pasado dos días desde que habló con la reina y hoy se irían los familiares de las chicas. Paula le había dicho a su hermano que le ayudaría a recoger sus cosas, pues sabía que su hermano no dejaría que ningún criado le tocara su ropa, aunque se lo había dicho solo para molestarlo un poco y divertirse antes de que se fuera.
- No seas tonto- dijo Paula intentando pasar por algún sitio- No es como si no hubiera visto ya tu habitación en casa.
- Créeme enana, no quieres entrar está hecha un asco- dijo cogiendo a su hermana pequeña por los hombros y dándole media vuelta para que volviera a su habitación.
Paula le dio un codazo y un pisotón haciendo que su hermano la soltara y se dio prisa en abrir la puerta.
- ¡Pero si lo tienes todo recogido! Vaya parece que te has hecho mayor hermanito, quien te ha visto y quien te... ¿¡Amanda!?
Vio a su amiga salir del baño de la habitación de su hermano, seguramente no había escuchado a Paula desde el pasillo. Cuando miró a Paula parecía que se le iban a salir los ojos de las órbitas. La morena miró a su hermano que la veía con una sonrisa nerviosa, por lo que Paula lo agarró de la camisa y lo metió de un tirón en la habitación.
- Antes de que me enfade más de lo que ya estoy, me preocupa una cosa... ¿no habréis hecho nada no?
- ¿Qué? ¡No!- dijeron ambos rápidamente.
- Sinceramente enana, no sé por quién me tomas- comentó Edward con una sonrisa pícara intentando suavizar la situación, cosa que no consiguió.
- Creo que no es el momento para que digas nada, a menos que quieras que empiece a contar qué sueles hacer en Clermont...
- ¿Qué haces en Clermont?- preguntó Amanda posando la vista de Paula a Edward.
- ¡Nada en especial! Solo estaba bromeando.
Amanda lo miró molesta porque sabía que había algo que no le estaba contando, pero Edward le dio una sonrisa y suavizó un poco su expresión. Paula pensaba que iba a vomitar, no creía que Amanda se comportará así con un chico y menos con su hermano.
- ¿Qué hacías aquí Amanda?
- Estaba... Quería... ver si tu hermano me podría prestar su guitarra.
- ¿Y para qué la quieres si no sabes tocar?- preguntó Paula sabiendo que le mentía.
- Oh, siempre es buen momento para aprender.
- ¿Y por qué no coges una de la sala de música o le pides una a tus doncellas?
Su amiga miraba en otra dirección que no diera con la cara molesta de Paula y Edward estaba con la vista en el suelo, cosa que hacía cuando estaba muerto de la vergüenza como su hermana.
- La cosa es que os he pillado y menos mal que he sido yo y no una doncella o un guardia. Encima que os voy a hacer el favor de encubriros con las cartas, no juegues con fuego.
- Muchas gracias por esto Paula- dijo Amanda acercándose a su amiga rodeando un brazo sobre sus hombros- Eres la mejor.
- Que se le va a hacer, soy un ser bondadoso y caritativo- dijo con una risa cantarina- ¿Se puede saber qué haces hablando con el idiota de mi hermano?
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Si te lo contara ya no sería un secreto (La Selección)
Fanfiction20 años después de La Selección donde America y Maxon acabaron felizmente juntos, es el turno de una nueva Selección de elegidas para ser princesa junto al príncipe Byron. La Selección es una oportunidad que se presenta una vez en la vida y Paula Gr...