Capítulo 44: Elegirte una y mil veces

71 3 0
                                    

Martes 6 de Junio

Querido Byron,

Esta es la última carta que vas a recibir así que prepárate para la carta más empalagosa hasta la fecha. Estoy contando literalmente los días para verte, no dejo de pensar en ti, y aunque tus padres, tus hermanos, Edward y Amanda intentan pasar la mayor parte de los días conmigo, saben que por las noches me quedo sola en este enorme palacio, pero yo no me siento así, porque tengo la certeza que volverás a mí y esa esperanza me mantiene cuerda.

Hablando de Edward y Amanda, casi un año después han tenido la decencia de decirme que están juntos y que Edward le ha propuesto vivir juntos, pero Amanda está reticente; me divierte un poco ver pasar a mi hermano un mal rato.

Aunque no quede mucho para vernos, sigo preocupada por lo que te pueda pasar, sé que siempre me dices que estás bien, pero también sé que puedes ordenarles a los guardias y soldados que no me digan nada al respecto de tu bienestar por no preocuparme, no me chupo el dedo cariño, y que sepas que aunque tú seas el rey, yo soy la reina.

Estos meses se me están pasando demasiado lentos pero, ¿qué te voy a contar a ti? Imagino que pese al sufrimiento que ves, no eres del todo capaz de quitarte del todo tu piel. Tu piel de Rey, de líder... Y te sientes responsable de todas las acciones que toman tanto un bando como el otro. Sin embargo, tienes que desprenderte de todo eso si quieres que todo esto funcione, tienes que saber cómo piensan, porque su mundo es muy distinto al nuestro.

No sé cómo te sentirás hoy, si estás teniendo un día duro, llora, porque aquí nadie va a enterarse. Ni tus padres, ni tus hermanos, ni siquiera yo, y si alguien se entera, no importa porque eso no significa que seas un cobarde. Eso sí, cuando dejes de llorar, respira hondo y sigue adelante. Porque habrá alguien a quien le haga falta una sonrisa o una palabra de ánimo que sé que sólo tú puedes dar. Todo lo que haces es valioso, Byron, es valioso para todos. Vas a ser capaz de salvar a miles de personas que están siendo perseguidas solo por el hecho de existir, y les vas a cambiar la vida. A mí ya me la has cambiado, y hoy en el día de nuestro aniversario de boda, doy gracias por tenerte en mi vida, aunque ahora estemos separados.

Sonríe Byron, siempre me dices que sonría y me sueltas cualquier empalagosidad sobre que "mi sonrisa ilumina tus días". Pues la tuya inspira confianza y seguridad, seguridad que todos necesitan en estos tiempos. Sé valiente, sé inteligente y sé humilde.

Te quiero con toda mi alma.

Tuya siempre,

Paula


Byron dobló cuando se le escapaban un par de lágrimas, había reído y llorado con la carta, hasta se imaginaba la cara que tendría Paula mientras escribía, empezando por el ceño fruncido en la parte de "yo soy la reina" hasta su sonrisa en la parte de "Pues la tuya...". Quería responder a su carta, pero justo llegó Andrew para irse a una misión para entrar en una de las bases de los rebeldes.

- ¿Vamos?- preguntó nada más entrar en su tienda de campaña, pues habían montado un campamento improvisado hacía ya un mes en una zona de conflicto, y vió el sobre de Paula.- En dos semanas volvemos a casa y podrás verla, ahora levántate tortolito, tenemos que irnos.

- Recuérdame que cuando tengas novia sea así de pesado contigo.- dijo Byron tomando su chaqueta de la silla y revisando los bolsillos para notar si llevaba la fotografía de Paula encima.

- No seré tan intenso como tú, no te preocupes.- dijo divertido y ambos rieron saliendo de la tienda.


Si te lo contara ya no sería un secreto (La Selección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora