Capítulo 45: Reencuentros y el futuro

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Ocho días, ocho días en los que Paula no pudo apenas dormir. Ocho días que los quiso pasar sola, no tenía fuerzas para ver a nadie, ni siquiera su hermano.


Se pasaba las mañanas haciendo todo el papeleo de Byron tendría que hacer, las tardes las tardes se las pasaba en el templete sentada leyendo algún que otro libro con India a sus pies.


Lo único que le consolaba era saber que Byron seguía vivo, pero no sabía más, ni cuándo podría volver. Solo sabía lo que le había dicho Andrew, el cual se pasaba las mañanas con ella consolándose el uno a otro, pues ella casi pierde a su marido y él a su mejor amigo.

- India ven aquí, vamos a pasear.- dijo Paula saliendo por la puerta de su habitación.

- ¿Quiere que la acompañemos, Majestad?- preguntó Abby preocupada.

- No os preocupéis, solo voy a leer un rato, si me pasa algo India avisará a alguien, ¿a que sí chica?- dijo un poco alicaída a lo que la perra contestó ladrando moviendo la cola.


Cuando llegó se sentó en los escalones, sin importarle ensuciar los pantalones, con India tumbada en sus pies. Así pasó la primera hora, pero de pronto India se levantó y corrió hacia el palacio ladrando. Paula la miró extrañada, pero al levantar un poco más la cabeza se le vino el mundo encima.


Byron andaba hacia ella muy despacio, su cara reflejaba el cansancio, pero su sonrisa no expresaba otra cosa que no fuera felicidad.


Paula se levantó y corrió como nunca hacia él hecha un mar de lágrimas, Byron empezó a andar más deprisa y la morena sin pensarlo se lanzó a los brazos del rubio, haciendo que el chico soltara un bufido.

- Lo siento, lo siento, lo siento.- dijo Paula rápidamente preocupada.- Has vuelto.- dijo Paula acariciándole la mejilla.- Tienes barba.- dijo fijándose bien quedando impresionada por lo guapo que se veía.- Me gusta.

- Ya me extrañaba que no fuera lo primero que notaras.- dijo divertido haciendo reír a Paula.- Esa sonrisa es lo que me ha dado las fuerzas para seguir.- susurró agachando la cabeza para juntar su frente con la de ella.


Y tras decir esto Paula le besó, le besó y se le saltaron las lágrimas, por lo que Byron se separó de ella para acunar su rostro con las manos.


- Ey, estoy aquí y ahora sí que no me voy a ir más.- dijo acariciándole la mejilla con el pulgar, pero Paula le miró con tristeza.- Ni se te ocurra pensar que eres el motivo por el que me dispararon. Te elegiría una y mil veces, Paula, siempre serás lo primero.

Paula rodeó sus brazos alrededor de su cuello y volvió a besarle.

- Te quiero.- dijo Paula limpiándose las lágrimas.


Paula acompañó a Byron al palacio, donde estaban esperando Maxon, America, Amberly y Shalom ansiosos. En cuanto lo vieron todos se dieron un abrazo lleno de risas y llantos.


En la noche, Paula y Byron entraron en su habitación, la morena ayudó al chico a cambiarse, pues todavía le costaba un poco, y vió que tenía varias cicatrices y heridas, así que hizo lo que él hacía desde poco más de un año, besó las cicatrices y le curó las heridas.

- Gracias.- dijo Paula acariciando el rostro de su marido con los nudillos.

- ¿Por qué?- preguntó Byron sentándose en la cama y acercando a Paula para poner sus manos en su cintura, haciendo que esta se sentara encima suya a horcajadas.

Si te lo contara ya no sería un secreto (La Selección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora