Capítulo 39: La tiara y los tulipanes

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Habían pasado cinco meses en los que Paula y Byron, además de planificar su boda, habían realizado diferentes compromisos y recepciones, todos para que Paula llegase a su rol de princesa lo mejor preparada posible. En su tiempo libre estaban todo el rato juntos y los mellizos se reían de su hermano porque siempre tenía que estar cerca de ella.


Por fin había llegado la tarde previa a su boda y la feliz pareja se encontraba en la sala de música porque Byron estaba ayudando a aprender a tocar el piano a la morena, pues toda princesa sabía tocar un instrumento.

- Byron esto es imposible, llevas enseñándome un montón de tiempo y me sale fatal.- se lamentó la chica bufando nerviosa.

- Lo estás haciendo muy bien, ya verás como dentro de poco lo consigues, no hay prisa.- dijo Byron pacientemente.- Tú sabes cantar y yo sé tocar el piano.

- ¿Desde cuándo eres tan paciente?

- ¿Y desde cuándo eres tan impaciente?- preguntó Byron riendo y sentándose en el banco con la chica.- Tengo una idea.

El príncipe empezó a tocar el piano una melodía que Paula conocía, tardó un rato en darse cuenta de que era la nana de su madre y no pudo evitar mirar al rubio con una sonrisa de enamorada.

- ¿Qué?- preguntó Byron sonriente.

- ¿Cuándo has aprendido esa canción?

- No fue muy difícil, la tarareas cada vez que estás nerviosa.- dijo dándole un rápido beso en la mejilla y tomándola para sentarla encima suya.- Así mejor.

- Byron tengo que irme, tu madre me está esperando y no quiero llegar tarde.- dijo intentando levantarse, pero Byron le agarró de la cintura con ambos brazos.- ¡Byron!- comentó riéndose.

- Pues la ves en otro momento, seguro que no le importa.- dijo empezando a besar el cuello de Paula, haciendo que esta soltara un pequeño gemido.- Dios, ¿podemos irnos a mi habitación?- susurró con voz grave.

- Mañana.- dijo Paula débilmente mientras echaba la cabeza hacia atrás permitiendo a Byron a profundizar sus besos.


Paula se dio cuenta de que el rubio estaba tan distraído besándola que había aflojado su agarre, por lo que aprovechó y se levantó rápidamente para dirigirse a la puerta.

- Eres mala.- dijo Byron divertido alcanzándola para abrazarla por la espalda.

- Y tú no juegas limpio.- dijo dándose la vuelta para darle un pequeño beso.- ¿Sabes que ya no te veré hasta mañana?

- Lo sé, seré el que vaya en uniforme.

- Y yo seré la de blanco.

- No quiero esperar a casarme contigo.- dijo Byron feliz, pero en cambio su mirada era oscura.- No puedo dejar de pensar en mañana por la noche.

- Pues siga pensando alteza.- dijo divertida Paula para darle un rápido beso en la mejilla.- Nos vemos mañana.

- Lo estoy deseando.


La morena se dirigió hasta la Sala de las Mujeres donde le estaba esperando la reina con su doncella y las doncellas de Paula.

- Paula, cariño, esta es Mary, mi amiga y doncella jefa.- dijo la reina presentándola.

- Un gusto conocerla Lady Paula.- dijo haciendo una reverencia.

- Me alegro de conocerte Mary, e insisto, llámame Paula.

- Bueno, tras esta presentación, acompáñanos por favor.

Si te lo contara ya no sería un secreto (La Selección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora