Si te lo contara ya no sería un secreto (La Selección)

Capítulo 33: A la espera

Pudieron salir al cabo de unas horas, y trasladaron a Paula hasta su habitación. La chica seguía inconsciente, porque a pesar de haberle hecho la transfusión estaba débil.

- No se preocupe alteza, en unas horas estará despierta- dijo la enfermera intentando tranquilizar a Byron.

El príncipe se dirigió a sus padres decidido.

- Si no os importa, me quedaré con ella hasta que despierte- dijo Byron seriamente.

- Claro que no nos importa, cariño, ve con ella- dijo America abrazando a su hijo.

- Estoy orgulloso de ti, hijo- dijo el rey dando una palmada en el hombro de su hijo.

Byron entró en la habitación de la chica y se le hizo un nudo en la garganta nada más verla, Sabía que iba a despertar pronto, pero aún así le daba miedo que no lo hiciera.

Puso una de las sillas junto a su cama y se sentó esperando a que despertara, ya podría pasar un huracán que nada le iba a separar de ella. Pero la paciencia no era algo que caracterizara al príncipe, por lo que no duró sentado más de diez minutos.

El rubio empezó a pasearse por la habitación de Paula mientras miraba sus cosas de cerca y se fijó que en el escritorio había una gran pila de libros, eran libros de asignaturas de la universidad, así que conociendo a la chica, supuso que no iba a dejar la universidad aun estando en la Selección. El también estaba en la universidad, solo que con todo esto de aprender de su padre tenía que dar las clases en el palacio.

Byron volvió a sentarse y empezó a mirarla, había pasado mucho miedo y estaba enfadado, pues cuando salieron se encontraron a un rebelde inconsciente justo detrás de los escombros en donde había caído Paula, si le hubiera puesto una mano encima a la chica no sabría que hubiera hecho. Y luego estaba el caso de Brittany, Paula ya le advirtió muchas veces que la rubia no era trigo limpio, pero a él le gustaba pensar que se lo decía porque estaba celosa, pero tendría que haberle hecho caso desde un primer momento, porque de ser así no habrían llegado a esa situación.

- Si sigues mirándola con tanta intensidad seguro que no se despierta- dijo Shalom entrando en la habitación asustando a su hermano mayor.

- ¿Qué haces aquí?- preguntó sorprendido Byron.

- Papá ha dicho que te hagamos compañía, que seguro que ibas a volverte loco esperando- dijo Amberly tranquilamente detrás de Shalom.

- ¡Eso no es cierto!- dijo molesto el rubio.

- Sí que lo es- dijo Amberly tranquilamente haciendo que se pareciera a su madre.- ¿Cuándo va a despertar?- preguntó preocupada.

Amberly se sentía un poco culpable, porque literalmente gracias a Paula, Brittany no le había hecho daño y de no ser por ella a lo mejor Brittany habría enloquecido aún más.

- Pronto- dijo Byron sonriente a su hermana.

- Lo siento mucho Byron, si no hubiera estado detrás tuya, Brittany a lo mejor no hubiera hecho nada y ahora Paula no estaría así- dijo triste Amberly.

- No digas eso, no es tu culpa, aquí el culpable soy yo por no haberme dado cuenta antes de lo inestable que era Brittany- dijo Byron levantándose y dándole un abrazo a su hermana pequeña.

- ¿Pero vosotros os estáis oyendo? ¡La culpable aquí es la loca de Brittany! Que aunque sea guapa le falta un tornillo- bufó Shalom haciendo reír a sus hermanos.

Shalom y Amberly se quedaron un buen rato con su hermano intentando que se relajara un poco, y aunque lo habían conseguido, en cuanto se fueron volvió a estar nervioso. Tenía la certeza de que despertaría, pero le angustiaba no saber cuando.