Capítulo 34: No seas empalagoso

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Tras el paso de una semana, los reyes habían decidido continuar con el plan de mandar a las chicas a ver sus respectivos proyectos, para así mostrar un símbolo de fortaleza de la monarquía. Pero como Olivia ya se había ido, su proyecto se empezaría a hacer en su provincia.


- Ya les he dicho que voy a ir contigo- dijo Byron sentado en la silla del escritorio de la chica mientras esta terminaba de colocarse los pendientes.

- ¿Y cómo se lo han tomado?- preguntó Paula un poco nerviosa.

- No me han puesto ningún problema, ¿qué esperabas? Si voy contigo captaremos más atención para tu proyecto. Además, mi madre está encantada de que vaya contigo- dijo Byron abrazando por la espalda a la chica que se miraba en el espejo.

- Claro que sí, justo lo que quería, más gente mirándome- dijo Paula sarcástica.

- Todo el mundo está encantado contigo- dijo sonriente Byron mientras se acercaba a su oreja para susurrar- Pero no más que yo- haciendo que Paula se pusiera nerviosa.

- ¿Sabes? Deberías vestirte así más a menudo- comentó Paula mirando al chico, que llevaba unos pantalones y una camisa azul cielo.- Estás más guapo que con el traje.- dijo dándose media vuelta para besar rápidamente al chico.

- Yo estoy guapo hasta con un saco de patatas, bichito- dijo arrogantemente Byron y Paula le dió un manotazo en el hombro.- Tú tampoco te ves mal.


Paula llevaba unos vaqueros pitillos de talle alto, una camiseta blanca básica y encima una blazer roja. Llevaba el pelo recogido en una coleta y tenía unos aretes y colgante de oro. La morena había decidido ponerse unas bailarinas, pues de vez en cuando se sentía cansada. También llevaba un poco de maquillaje y se había maquillado los ojos con un poco de sombra dorada.


- Venga, que llegamos tarde- dijo Paula echándose a andar hacia la puerta haciendo que Byron se extrañara.

- Qué bien hueles, ¿has cambiado de perfume?- preguntó Byron dejando a la chica estática.- ¿Paula?

La morena no quería darse la vuelta y enfrentarse con la mirada de Byron, no podía porque sabía que se echaría a llorar. Ese comentario le había recordado al rebelde que intentó forzarla.


- Sí... Quería uno nuevo, me había cansado del que tenía, así que le pedí a mis doncellas que me ayudaran a buscar uno nuevo- dijo atropelladamente dándose la vuelta mirando de forma furtiva al príncipe.

- ¿Qué te pasa?- preguntó suspicaz Byron tomando de las manos a la chica para tranquilizarla, pero esto hizo que se pusiera más nerviosa y que se le acumularan las lágrimas en los ojos.

Paula se separó rápidamente de él y salió de su habitación con Byron siguiéndole de cerca.

- No hay nada de lo que preocuparse- dijo Paula cuando Byron la alcanzó.

- No sé por qué, pero no te creo.- comentó Byron.

Paula suspiró intentando no llorar e intentó recomponerse.

- Ahora mismo no te puedo decir nada- dijo Paula haciendo que Byron le mirase mal- Pero te prometo que en cuanto volvamos te lo contaré todo, ¿si?

- Está bien- dijo Byron abrazando a la chica y depositando un beso en su cabeza.


Cuando estaban llegando al lugar donde pondrían el centro de ayuda para los niños, Paula se puso muy nerviosa al ver a tanta gente.

Si te lo contara ya no sería un secreto (La Selección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora