Si te lo contara ya no sería un secreto (La Selección)

Capítulo 24: El regalo

Byron llegó a su habitación y encontró una nota encima de su escritorio.

"¿No pensarás en venir a la cocina así vestido no? Y con eso me refiero a que espero que tampoco te pongas un traje :) Paula"

Byron sonrió al leer la nota de la morena, se cambió y se puso unos vaqueros antiguos que tenía y una camiseta de su grupo favorito que le regaló su tía May. Cuando se vio reflejado en el espejo se dió cuenta de lo que su madre le decía sobre la importancia de vestirse de vez en cuando con algo que refleja su personalidad y dejar de lado su rol de príncipe, porque también tenía que sentirse como un chico de 19 años, bueno ahora de 20.

Salió esperando no encontrarse a nadie, pues seguro que le veía algún guardia o doncella y avisarían de inmediato a sus padres, o peor, a Silvia.

- ¿Qué haces despierto a estas horas?- preguntó alguien a sus espaldas lo que hizo que el chico se asustara.

- ¡Andrew habla más bajo, no quiero que nadie me vea!- susurró molesto el príncipe.

Ambos se miraron y se empezaron a reír, pues ellos desde pequeños habían estado juntos por las noches y se iban a la cocina para darse atracones de dulces hasta que sus madres se daban cuenta y los traían a rastras de vuelta a sus habitaciones. Aquello no les importaba, pues sabían que en el fondo a sus madres les gustaba verlos hacer cualquier travesura.

- Ahora en serio, ¿a dónde vas?- preguntó Andrew mirando de arriba abajo a su amigo- Y así vestido.

- He quedado en la cocina con Paula- dijo con una sonrisa de bobo.

- ¡Traición!- dijo el guardia poniéndose una mano en el pecho mostrando una indignación fingida- Viendo esa cara de tonto creo que no te importa demasiado traicionar a tu mejor amigo- dijo con una sonrisa burlona.

- La verdad es que no- se rió Byron.

- ¿Te gusta?- preguntó el guardia totalmente serio.

- ¿Qué si me gusta? Mas que eso, creo que me estoy enamorando de ella como un tonto.

- Entonces bien, ¿no? Mejor estar enamorado de quién te vayas a casar.

- Sí, además mis padres me han dicho que me puedo tomar hasta principios del verano si quiero porque ellos no tuvieron tanto tiempo por culpa de los rebeldes y no quieren que tome una decisión a la ligera.

- Sabes, los demás guardias dicen que los mejores perfumes vienen en frascos pequeños, no sé si sabes a lo que me refiero- dijo guiñándole el ojo, a lo que Byron le dio un puñetazo en el brazo- Oye, que yo no lo he dicho, que lo dicen los demás.

- No me gusta que digan eso de ella, no la conocen en absoluto- dijo molesto el príncipe.

- No me negarás que no te gusta también por su físico, porque hoy estaba... ¡Madre mía!

- La verdad es que estaba... estimulante...- dijo poniéndose un poco rojo- Oye, ¿qué hora es?

- Las doce y cuarto.

- ¡Mierda llego tarde! Mañana nos vemos.

- Ya me contarás qué tal y no hagas ninguna tontería Schreave- dijo riendo Andrew.

- ¡Cállate Woodwork!- dijo Byron corriendo hacia la cocina.

Cuando llegó se encontró a Paula subida en un taburete de espaldas a él intentando coger algo de un armario, Byron se quedó mirándola divertido viendo cómo fruncía el ceño intentando alcanzar chocolate en polvo de la balda más alta.