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¿Decir que yo era una chica normal y corriente con una vida normal y corriente hasta que le conocí a él sería muy cliché?

Pues efectivamente, muy cliché. Todo comenzó cuando las únicas amigas que logré hacer en la Universidad me metieron en su pandilla. Al principio no pasaba de irse a beber y traer a chicos a las fiestas. Pero poco a poco comenzó a llegar a más cuando había tabaco y finalmente marihuana por medio. Ellas la consumían tranquilamente, como si fuera lo más normal del mundo y sin miedo. Yo apenas tomaba un cóctel sin alcohol pues, alguien tendría que hacerse cargo de ellas.

Yo me solía encargar de recoger los desastres de las fiestas cuando todos estaban tirados por el suelo o por las habitaciones y los sillones desperdigados. Era casi como un hábito: las vigilaba, recogía, volvía a casa y estudiaba.

Ese día algo distinto pasó. Un esbelto pelirrosa de cintura pequeña se acercó hasta mí mientras fregaba las copas usadas que habían ido dejando sobre la encimera. Tomó mi cintura por detrás y me pegó a su cuerpo. Rodé mis ojos y me giré a verle.

Hey, separate, ya. Levanté mi mentón en señal de que se echara hacia atrás.
Bueno bueno, está bien muñeca. — Levantó sus manos como si no hubiera hecho nada.

Chasqueé la lengua molesta y volví a mi trabajo de fregar. Él se quedó a mi lado observando cada movimiento que hacía sin un pelo de disimulo.

Estás hasta las trancas, ¿eh, cabroncete? Eso lo sé yo...Todos sois iguales... — Le miré alzando una ceja al ver que él solo reía.
¿Tú crees? Quizá solo me pasé un poquito, así de poquito. Trató de no juntar su dedo índice con el pulgar para enseñarme que había bebido "poco" pero en cambio los juntó. — Uy no, eso no.
Ya claro, y yo te creeré, un poquito de alcohol pero a saber cuántas cosas más te has metido por el cuerpo, chicle.

El chico rió negando, estaba realmente ido. Le había hecho gracia por lo visto el mote chicle. El verlo tan divertido por un apodo tan cutre me hizo gracia y me hizo soltar una risita igual.

Tarado... -— Solté antes de volver a mi trabajo colocando los vasos está vez en la repisa.

Si algo tenía claro es que en esa fiesta, el único rato en el que me había divertido o mínimamente reído, había sido con el chico allí riendo cual idiota por su apodo. No me olvidaría fácilmente de él para la siguiente fiesta.

Bubblegum bitch.- Choi YeonJun y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora