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Desperté confusa sobre algo blando. Abrí mis ojos y me incorporé mirando a mi alrededor lo suficientemente despierta para saber que no estaba en mi habitación. Me destapé y me levanté de la cama para salir de la habitación. Al salir me encontré a mis amigas y las ví preparando de nuevo la casa. Me repeiné desesperada sin poder con más fiestas y me acerqué a ellas, ellas me sonrieron al ver que desperté y dejaron lo que estaban haciendo para saludarme.

—¿Qué tal has dormido? ¡Caíste redonda!
—Bien bien... Necesitaba dormir... El trabajo me tenía agotada... ¿Otra fiesta? —Forcé un poco la sonrisa.
¡Si! Viene YeonJun de nuevo, eso significa que tendremos más posibilidades de pasar la noche con él alguna de nosotras.

Soltaron una risa traviesa y yo me limité a meter un mechón de mi pelo detrás de mi oreja asistiendo: tenía claro que yo no estaría con él. Busqué mi teléfono móvil y entonces recordé a mis padres.

¡No avisé a mis padres! Deben estar preocupados.
Tranquila, _____. Nosotras les avisamos anoche.

Suspiré más tranquila y fui a la cocina para servirme un zumo como desayuno. Ellas ya estaban pensando en qué se iban a poner, era la casa de HwanJo así que ella les dejaría ropa para ponerse. Entonces al darme cuenta de esto abrí mis ojos exageradamente y tosí... HwanJo nos dejaría ropa.

Tomé rápidamente mi móvil y coloqué mis zapatos. Avisé a las chicas de que me iría a mi casa a ducharme y vestirme y todas se quejaron ya que todas iban a ducharse allí y yo me excusé diciendo que tenía que ver a mis padres.

Salí de la casa y caminé hasta la mía. Cuando llegué ya ni había nadie pues ambos estaban trabajando entonces. Fui hasta el baño y llené una bañera, necesitaba algo de relajación y mientras se llenaba fui a escoger la ropa. Tomé unos vaqueros largos y una camisa ancha que colocaría encima de un crop top blanco.

Corrí al baño ya que la bañera estaba llena y corté el agua. Miré las sales de baño que tenía: melocotón, frambuesa, fresa, naranja y plátano. Decidí escoger las de plátano y eché en el agua. Mientras removía el agua el dulce olor subía hasta mis fosas nasales. Me desvestí y tomé una mascarilla de zorrito que suavizaba la piel y reafirmaba la piel y entré en la bañera, cerrando los ojos al sentir el agua tibia abrazar mi cuerpo.

Mientras el tiempo pasaba para quitarme la mascarilla comencé a exfoliar mi piel con un exfoliante de platano, para no mezclar tantos olores, haciendo que mi piel quedara suave. Me quedé esperando hasta que pude quitarme la mascarilla y entonces con pequeños toquecitos hice que mi piel absorbiera.

Vacié la bañera tras eso, me incorporé y humedecí mi pelo con la regadera de la bañera, comenzando a enjabonarlo para después echarme una mascarilla suavizante en el pelo.

Tras acabar de bañarme sequé mi pelo con una toalla haciendo que quedara revuelto y luego lo peiné. Fui hasta mi habitación comenzando a vestirme y a maquillarme de nuevo con un eyeliner mucho más discreto que el de mis amigas. Me miré en el espejo satisfecha y llamé a mis amigas para avisarles que iba para allá en breve.

Llegué con mis amigas y la puerta ya estaba abierta

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Llegué con mis amigas y la puerta ya estaba abierta. Las localicé rápidamente y me acerqué hasta ellas para avisarlas de que había llegado y ellas continuaron con lo suyo. Me acerqué de nuevo a la nevera y saqué zumo para servirme mientras esperaba que todos llegaran.

Estaba sentada en una silla junto a la mesa con mi teléfono, de vez en cuando dando un sorbo a mi zumo y justo cuando levanté mi vista chocó con los ojos de cierto pelirrosa. La aparté rápidamente y volví a dedicarla a mi teléfono esperando a que TaeHyun se acercara a mí pero no fue así y el primero en acercarse fue YeonJun.

—Hey, _____.
—Hola, YeonJun.—le miré con una pequeña sonrisa torcida.
¿Qué tomas? —se apoyó en la pared que había a mi lado.
—Oh, yo... Mmm... Piña colada.
—¿Ah si? Deja un momento, voy a servirme y vuelvo.

No contesté y él se alejó saludando a mis amigas de paso. Ellas estaban literalmente babeando por él. Esta vez no llevaba la característica coleta y eso las tenía cegadas. Yo buscaba sin embargo con la mirada a TaeHyun que no aparecía por ningún lado.

Para cuando me di cuenta tenía de vuelta a YeonJun frente a mi jugando con los piercings de su labio.

Bien... Antes de nada quiero agradecerte que te presentaras voluntaria para la carrera y disculparme por la actitud que mantuve cuando me diste el dinero...
—No te preocupes, YeonJun. Pero esto tiene un precio... Quiero que me cuentes por qué lo necesitas para tu madre.

Hubo un silencio incómodo y se volvió a apoyar en la pared.

No me gusta hablar de esto...
—Estoy trabajando desde las siete de la tarde hasta las tres de la mañana para poder ayudarte con tu madre sin saber siquiera el motivo. Quiero saber en qué lo inviertes.

Tomó una bocanada de aire y un gran sorbo a su bebida, él sabía que yo tenía razón.

—Sólo lo saben TaeHyun y BeomGyu... Si te lo cuento ¿me prometes que no sentirás lástima?

Eso ya me hizo alertar y estiré mi dedo meñique hasta él, cosa que le hizo soltar una risita y lo enlazó con el suyo.

—Niña pequeña, tsk... Bien... Mi madre tiene cáncer. Así que ella no puede trabajar para poder pagar sus propios tratamientos. Ella piensa que tengo un trabajo completamente honrado y que por eso puedo permitirme pagar su terapia pero en realidad...
—Por eso estás en este mundo...

Jun asintió varias veces dando otro sorbo a su bebida. Es cierto que si que sentía lástima pero a la vez veía el lado blando del verdadero YeonJun.

—¿Y tu padre...?
—Él falleció hace muchos años... Por eso soy el único que puede mantener a mi madre.

Asentí entendiendo toda la situación. Me atreví a tomar su mano y apretarla con fuerza.

Cuenta conmigo, YeonJun.

Él dejó escapar una tenue sonrisa bajando la mirada ambas manos juntas.

Gracias, _____.

Bubblegum bitch.- Choi YeonJun y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora