25.

888 89 16
                                    

YeonJun volvió a subir a la habitación. Nos miró a ambas expectante con una pequeña sonrisa en el rostro y se sentó en el sillón de las visitas.

-¿Qué os parece si os vais antes y así la invitas a comer o a tomar algo? ¡sí sí! venga venga, no te tardes Choi.
-¡Pero mamá, yo no sé si puede o no!

Era una oportunidad perfecta para poder estar con él de nuevo a solas pero me parecía excesivo y quizá podría salir perjudicada por ilusionarme como idiota. Miré a YeonJun que me miraba fijamente buscando una respuesta.

-Yo... yo, bueno, sí. Estoy libre hoy.

Una sonrisa de alivio se volvió a plasmar sobre sus labios, levantándose al momento. Me sobresalté ante tal acción ya que ni siquiera la esperaba y se giró hacia su madre.

-Bueno mamá, entonces sí que nos vamos. Entra a trabajar a las siete, así que tengo que llevarla a casa antes para que... se duche y esas cosas de chica, ya sabes.
-O sea, ¿que tú no te duchas?- Cuestionó su madre con una ceja levantada mientras le miraba divertida.
-¡Por supuesto lo hago! ¡todos los días de hecho!

Solté una carcajada divertida y me levanté lentamente de la cama de la madre de Jun para despedirme de ella con una reverencia pero ella tiró de mi brazo haciendo que quedara entre sus brazos, dándome un cálido abrazo y susurrando en mi oído unas palabras que me dejaron helada por lo familiarizada que las tenía: Un último abrazo por si hoy es mi último día.

Solté una carcajada divertida y me levanté lentamente de la cama de la madre de Jun para despedirme de ella con una reverencia pero ella tiró de mi brazo haciendo que quedara entre sus brazos, dándome un cálido abrazo y susurrando en mi oído unas ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Juntos salimos del hospital. El dejar a su madre allí le removía el corazón y más aún con las últimas palabras que habían salido de su boca. YeonJun, más habituado a esa situación, se paró frente a mi y me miró.

-¿Seguro quieres salir, _____? podemos ir otro día si estás muy mal o...
-No, Jun. Estoy bien, vayamos, no te preocupes.

Era más que cierto que quería ir, ¿cuándo tendría otra oportunidad como esa? ninguna en mucho tiempo, o al menos eso creía yo. A pesar de los besos y gestos bonitos, no me era fácil creer a una persona que había conocido de poco por así decirlo, no era fácil creerlo, pero sí ilusionarme de manera estúpida con escenarios que no pasarían. De manera no muy convencida él siguió el camino hasta la moto y me esperó con el casco en la mano para colocármelo sobre la cabeza. Me lo ajusté mientras él arrancaba la moto y tras eso me monté.

Iba distraída en mi propio psique: ¿cómo sería capaz de cuidar a YeonJun? ¿por qué quiero cuidarlo exactamente? ¿y si yo solo soy un par de besos para él y nada más? Cientos de pensamientos intrusivos en mi cabeza resonaban y de repente todas cesaron: estaba frente a una casa. Me bajé y miré a YeonJun fijamente.

-¿No íbamos a comer juntos por ahí? ¿dónde estamos? ¿no vas a irte sin mí verdad? no sé donde estoy.

El chico frunció su ceño ante mi última pregunta, apagando la moto para quitarse el casco lentamente.

-¿Cómo voy a dejarte sola, idiota? estamos en mi casa. Está claro que no estás bien, cocinemos algo y comamos aquí, será mucho más tranquilo.

Por un momento mi corazón se encogió pensando que quizá y sólo quizá de verdad pensaba en mí. Abrió la puerta de su apartamento dejándome pasar primero. Era un apartamento bastante grande a decir verdad, con un aspecto familiar, un lugar donde viviría una familia completa. Traté de disimular mi mirada a pesar de que se iba hacia las fotos y cuadros colgados sobre las paredes y apoyados sobre los muebles. Había miles de fotos de YeonJun cuando era pequeño y de hace apenas unos años, cuando aún no estaba teñido, tatuado ni perforado. Era extraño verlo así. Al parecer al igual que yo, era hijo único pues no había ninguna foto de Jun con algún otro niño, o al menos no visible y eso era lo que me hacía sospechar.

-¿Eres hijo único?- Me atreví a preguntar.
- es, crecí solo con mis padres, ellos querían tener más, pero se hizo tarde y ninguno tuvo tiempo...

Mi boca se torció denotando un claro no "debí haber preguntado". A decir verdad siendo hija única se estaba bastante cómoda pero también es cierto que cargas con todas las expectativas de tu círculo familiar... Disuadiéndome de mis propios pensamientos familiares sentí como una gran mano en mi espalda me empujaba con suavidad hacia la cocina y lo seguí. Me coloqué a un lado de esta esperando que me dijera qué cocinaríamos.

-Oye...¿qué te parece sopa instantánea? es lo único que soy capaz de cocinar sin quemar la cocina...- Rascó su nuca avergonzado.

Una carcajada escapó de mi y los colores volvieron a subir a su rostro, denotando unas mejillas y unas orejas rojizas. La verdadera razón por la que me reía era porque pensaba que él sabría cocinar algo más por la manera tan seria en la que dijo que cocinaríamos algo, pero a decir verdad, yo tampoco sabía cocinar nada más allá de ese tipo de sopas y esperaba que él me guiara para cocinar algo.

-Me parece perfecto, cocinemos sopa instantánea, Jun.

Bubblegum bitch.- Choi YeonJun y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora