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Bajé lentamente mirando quiénes iban llegando. Solían ser siempre los mismos. Jackson ya se había adueñado del equipo de música y por la puerta poco a poco iban entrando más personas. Cierto pelirrosa que entró llamó mi atención directamente: ahí estaba el gran objetivo de mis amigas con una camiseta negra acompañada de una cazadora y unos pantalones anchos con cadenas. Tenía su pelo recogido de nuevo en una coleta y sus ojos maquillados con un leve negro.

Miraba de lado a lado hasta que hizo contacto visual conmigo por unos segundos sabiendo que me había visto antes y entonces TaeHyun levantó su mano saludandome sonriente. Le devolví la sonrisa tiernamente y terminé de bajar para dirigirme hasta nuestra propia nevera y de ahí sacar un vaso de zumo.

La música ya iba siendo más fuerte igual que el bullicio de las personas. Masajeé mis sienes suspirando cansada y tratando de asimilar de nuevo la larga noche que sería. Di un pequeño sorbo al zumo, me apoyé sobre la encimera y tomé aire.

Tomé mi vaso y me giré para salir con los demas y disimular pero una figura en la puerta me frenó.

¿qué haces aquí bonita? La fiesta es allí. — preguntó galán ese tal BeomGyu que ya había visto anteriormente.
sólo... Sólo preparaba mi bebida, justo iba a ir hacia allá, ¿vamos?

BeomGyu asintió dudando y salimos juntos de la cocina. Buscaba con la mirada locamente a TaeHyun pero solo podía ver gente bailando y bailando. Mis amigas ya estaban buscando qué chico tiraba más de ellas para bailar con él y de hecho YeonJun ya estaba bailando pegado a HwanJo. Miré a BeomGyu fijamente.

¿tú no bailas? —pregunté curiosa.
sí sí, solo estoy esperando a que mi Cenicienta salga a bailar.
—¿tu Cenicienta? Yo que tu la buscaba porque a media noche ya ni la vas a reconocer. — dirigí mi mirada a su bebida y él soltó una carcajada.
—que divertida eres, eh.

Rodé mis ojos sonriendo un poco y negué varias veces. Tomé otro sorbo del vaso y seguí buscando con mi mirada a TaeHyun, ¿dónde se había metido este chico? 

El humo del tabaco comenzaba a nublar mi vista y a hacerme aguantar la respiración y a toser. Sinceramente olía a tabaco y a lo que no era tabaco pero traté de evitar nombrar algo así delante de cualquiera.

Decidí salir algo mareada al patio trasero. Había un par de parejas comiéndose y metiéndose mano y entonces ví a TaeHyun sentado en el borde de la piscina con su teléfono móvil. Corrí hasta él y quité mis zapatos sentándome a su lado sumergiendo mis pies. Él me miró curioso y su sonrisa se extendió al ver que era yo.

_____, ¿dónde estabas? Te estuve buscando por un rato.
—yo estaba en la cocina, me estaba sirviendo un zumo y de repente desapareciste. No pensé que estarías aquí, pensé que estarías cerca de YeonJun.
— lo estaría si no fuera que él cuando va a fiestas... Es como que cambia, es una persona distinta. Igual que en las carreras... En una son las hormonas las que le atacan y en otra la adrenalina, pero le hace comportarse igual: como un niño pequeño en su etapa de negación al mundo y de independencia así qué... ¡Realmente no puedo aguantarle así!

Solté una carcajada al oírle, pues era bastante cierto, todos los chicos que estaban allí se dejaban llevar fácilmente por el libido del momento y la atracción sexual que se friccionaba entre ellos al bailar.

Volví al interior de la casa tras una extensa charla con TaeHyun y comencé a recoger los desastres que habían dejado en el suelo

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Volví al interior de la casa tras una extensa charla con TaeHyun y comencé a recoger los desastres que habían dejado en el suelo. Colillas, trozos de vasos de plastico, bebida, cenizas... Con repugnancia pasaba la fregona por ahí, llegando a recoger si mal no había visto un poco de vómito.

Decidí dejar esa parte para otro momento debido a las náuseas que me causaba y me dirigí a la cocina, comenzando a fregar los vasos que la gente medio civilizada dejaba allí ya que algunos eran de aluminio. Los que sabían que no se iban a controlar iban directamente a los vasos de plástico.

Sentí entonces unas manos en mi cintura y como un cuerpo se pegaba a mi espalda, yo rodé los ojos y logré ver una cabellera rosa en este acto de desagrado.

Hey, separate, ya. — levanté mi mentón en señal de que se echara hacia atrás. 
bueno bueno, está bien muñeca. —levantó sus manos como si no hubiera hecho nada. 

Chasqueé la lengua molesta y volví a mi trabajo de fregar. Él se quedó a mi lado observando cada movimiento que hacía sin un pelo de disimulo. 

estás hasta las trancas, ¿eh, cabroncete? Eso lo sé yo...Todos sois iguales... — le miré alzando una ceja al ver que él solo reía. 
—¿tú crees? Quizá solo me pasé un poquito, así de poquito. — trató de no juntar su dedo índice con el pulgar para enseñarme que había bebido "poco" pero en cambio los juntó. — uy no, eso no. 
—ya claro, y yo te creeré, un poquito de alcohol pero a saber cuántas cosas más te has metido por el cuerpo, chicle. 

El chico rió negando, estaba realmente ido. Le había hecho gracia por lo visto el mote chicle. El verlo tan divertido por un apodo tan cutre me hizo gracia y me hizo soltar una risita igual. 

tarado... — solté antes de volver a mi trabajo colocando los vasos está vez en la repisa.

Tras fregar los últimos vasos le miré y seguía ahí mirándome. Suspiré cansada y tiré de su mano lentamente. Él me miraba como si no supiera dónde estaba, dónde iba o quién era yo y entonces le senté en el sillón.

quédate aquí mientras, ¿vale? Duerme.

Junté mis manos y las coloque junto a mi cabeza simulando que era una almohada y retrocedí de vuelta a la cocina.

Bubblegum bitch.- Choi YeonJun y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora