26.

840 94 19
                                    

Tras el almuerzo el teléfono de YeonJun comenzó a sonar estrepitosamente y se levantó para cogerlo. Se alejó un poco para tener algo más de intimidad por así decirlo, miraba a un punto fijo asintiendo sistemáticamente. Su rostro estaba hierático ante lo que oía a través del  teléfono, sabía que no sería nada bueno.

Tenemos que hablar, _____. No te va a gustar lo que vas a oír...

Por mi cabeza en ese momento sólo pasó lo peor: su madre había fallecido. Me levanté rápidamente alterada y le miré fijamente.

¿qué ha pasado, Jun?— pregunté al borde del colapso.
Relájate, te veo alterada... es sobre las carreras...

Mi cuerpo se relajó de tal manera que me dejó sin fuerzas suficientes para mantenerme en pie por lo que me dejé caer en la silla de nuevo mientras le devolvía la mirada.

cuéntame, ¿qué pasa? ¿por qué no me va a gustar?
— El de la apuesta del viernes... está en cólera porque no me presenté, tus...¿amigas? te delataron porque tampoco estabas... bueno en resumidas cuentas... eres el trofeo.

Abrí mis ojos como platos, me arriesgué una vez y ahora tendría que arriesgarme una segunda. Suspiré derrotada y le miré apenada. Él apretó sus puños con furia.

¿cuál seria exactamente el premio?— pregunté sin saber exactamente a qué se refería.

Él levantó ambas cejas con obviedad y cruzó sus brazos. Imité su acción sorprendida de haberlo entendido a la primera. Volví a levantarme y me acerqué a él.

—Voy a ir contigo y vas a ganar, ¿vale?
Directamente no puedo permitirme perder.
—Entonces vayamos, ¿a qué hora te han citado?
— A las 2AM.
Estaré lista, ¿vendrás a por mí?
—Iré a dónde sea por ti.

La madrugada había llegado, mi cuerpo temblaba levemente, no dejaba de pensar que para un día que había librado me encontraba en esta situación

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La madrugada había llegado, mi cuerpo temblaba levemente, no dejaba de pensar que para un día que había librado me encontraba en esta situación. No me molesté en arreglarme y tomando los primeros pantalones que encontré en mi armario me vestí junto con un top y una camisa.  La hora se acercaba y yo, por más que quería confiar en YeonJun esa noche no podía poner la mano en el fuego por nadie a decir verdad. Un claxón sonó  fuera de mi casa y me asomé por la ventana, efectivamente era él.

Bajé lentamente los escalones y tomé un bolso con lo justo. Al salir de casa un frío distinto me invadió; de verdad me sentía indefensa. Me acerqué a la moto de Jun quien no apartaba la mirada de mí y me tendió el casco. Me lo puse subiéndome a continuación tras él en la moto, abrazándolo, sintiendo que esa noche sería mi único apoyo pues no estaba para nada segura de si mis "amigas" seguirían ahí para mí.

Llegamos y todo ya estaba repleto de personas las cuales parecían disfrutar más ese día que todos los demás. Me bajé de la moto y le tendí el casco para que lo guardara cuando se bajara. Él siguió conduciendo hasta llegar a TaeHyun, con quien se saludó con un abrazo. Pronto sentí unas miradas en mi nuca y es que casi de obvia manera todos sabían que yo era la recompensa hoy. Oí pasos acercarse hasta mí y entonces me tomaron la mano: era HwanJo, me miraba preocupada y tiró de mi hasta donde estaban las demás.

¿en qué líos te has metido, _____? ¿tienes idea de lo qué pueden llegar a hacer contigo aquí? por Dios, que preocupadas nos tenías.

Hasta cierto punto mi corazón se sintió aliviado de que todas y cada una de ellas, a pesar de su superficialidad, siguieran allí. Apenas quedaban  cinco minutos para la carrera; TaeHyun terminaba de cerciorar la moto de YeonJun mientras que él hablaba con alguien de una manera poco amigable. Mis amigas trataban de evitarme el mayor contacto posible con hombres pues una vez que te hacías algo público como una recompensa, el poco respeto que te tenían, se disipaba completamente.

Nos acercamos hasta la primera fila de la parrilla, podía ver desde lejos como YeonJun apretaba sus puños con nerviosismo. Finalmente nuestros ojos se encontraron haciendo un colisión de sentimientos: ambos estábamos asustados. De la nada YeonJun bajó de su moto dejándola caer, haciendo que Taehyun corriera de nuevo a revisar si le había pasado algo. Se acercaba a mi quitando su casco. Con una mano repeinó su cabello hacia atrás, hasta llegar a apenas unos centímetros de distancia de mí.

Tras eso posó sus labios sobre los mios de una manera delicada, para nada brusca como solía hacer. Todos incluido TaeHyun quedaron atónitos

Un último beso por si hoy es mi último dia.

Bubblegum bitch.- Choi YeonJun y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora