Bubblegum bitch.- Choi YeonJun y tú.

40.

Efectivamente eso hizo TaeHyun, al día siguiente se propuso ir a la universidad de ______ y buscar a cualquiera de sus amigos. Había contado con la ayuda de HwanJo, quien muy a su pesar, accedió a darle la información de los chicos a los que buscaba.

Su mirad paseaba por encima de la gente buscando una cabellera azul celeste. Trataba de disimular paseando con las manos en sus bolsillos y la mirada distraída: finalmente lo encontró. Siguió su camino disimuladamente hasta donde iba el mayor para acto seguido agarrar su muñeca con fuerza. Inocente de él, pensó que sería la fémina, por lo que giró su rostro con una gran y atontada sonrisa que se borró en cuanto vio que no lo era.

-¿Quién eres? - Trató de ser comprensivo pensando que podría ser un alumno de erasmus.- Can you understand me? Are you lost?
-Sí te entiendo, soy de aquí. ¿Tú conoces a ______?

SooBin frunció el ceño y soltó su muñeca bruscamente negando.

-Sí la conoces, sabes quién es. Necesito que me escuches.
-No voy a hacerlo si estás aquí para defender a YeonJun.- Contestó el peliazul.
-No se trata sólo de eso, por favor escúchame. Necesitamos que vuelvan a juntarse, YeonJun está muy mal, no recuerda apenas nada y yo sé que _____...
-No sabes nada de ella, no sabes nada, cállate. ¿Acaso crees que ella no estuvo mal?- Respondió SooBin comenzando a sentirse celoso por el mero hecho de la relación que YeonJun tenía con ella.
-Yo también la conozco, ¿sabes? sé que ella también está sufriendo y es lo que iba a decir antes de que me interrumpieras.

El más alto de ambos siguió encabezonado a no escuchar nada, se estaba hartando a decir verdad y no quería llegar tarde a la siguiente clase.

-Sólo vengo a decirte que necesito que le digas que debe ver a YeonJun. Ellos deben hablar muchas cosas sin que nadie se interponga por medio como paloma mensajera. Aquí y ahora sé que dijera lo que dijera, tú lo tergiversarías a tu favor, así que hazlo bien.

Justo a esa conversación llegó Huening Kai, que los miraba curiosos sin saber de qué hablaban.

-¿Quién es él? ¿Qué pasa?
-Este.- Le señaló SooBin con la cabeza despectivamente.- Que dice que ______ debe hablar con YeonJun.

Kai se opuso rápidamente cruzando sus brazos mientras dejaba escapar una risita sarcástica.

-¿De verdad crees que haremos eso? ¿No crees que él perdió su oportunidad con razón?
-Sólo una última oportunidad para que ambos puedan hablar las cosas, sólo pido eso, de verdad.

SooBin y Kai se miraron. El mayor negaba no quería que la chica fuera a hablar con el antiguamente pelirrosa. Sin embargo el menor no podía negar que la mejor opción para ambos tomar la decisión de separarse o seguir era esa. Kai suspiró derrotado finalmente.

-Está bien, yo se lo diré.

Por un lado, un tierno hawaiano habló con su amiga sobre el tema. Ella se negaba en rotundo y con razón, estaba demasiado dolida para volver a verlo y a hablar con él pero la expresión de la chica cambió cuando dijo que fue cierto pelirrojo quien le dio la información de que YeonJun estaba mal. Su estómago se revoloteó en remordimiento a pesar de que no debía sentirlo así.

Por otro lado, cierto pelirrojo corrió a casa de su amigo como un desgraciado. Pasó semáforos en rojo con alto peligro, evitó multitudes y por supuesto tomó la ruta con más atajos que pudo hasta que llegó a tocar la puerta de su amigo con fuerza y a pesar de que cierto cojo fue quien le abrió corrió hasta el que estaba en su sofá hecho un ovillo.

-Pedazo de marica, vístete y ponte guapo, vas a volver a hablar con ella.

Ante esta afirmación el de largos cabellos corrió hasta TaeHyun mientras que el mayor de todos, YeonJun, lo miraba incrédulo.

-No quiere verme.- Respondió negando Jun.
-Lo hará, confía. Dúchate y vístete, vamos, corre a por ella.

BeomGyu se tiró sobre él riendo y los tres celebraron que la sonrisa había vuelto de nuevo al rostro de su amigo, quien corrió hasta su habitación para comenzar a arreglarse.

Una estaba por acabar la clase cuando el otro estaba llegando a la puerta de la universidad. Tras su espalda escondía lo que le había prometido entre besos: una flor de cada color para devolverle todo lo que había robado en una noche.

La fémina salió de la clase la primera sin esperar a sus amigos y corrió a la salida, estaba dispuesta a ver a YeonJun e iría a su casa a buscar explicaciones.

Pero ahí estaba él. Ahí estaba ella. Se quedaron estáticos unos momentos, hasta que el chico fue el primero en extender su brazo y mostrar las flores que escondía. La chica fue la primera en emocionarse y por instinto y la nostalgia de su calor y aroma, corrió hasta él, quien la tomó en brazos tratando de mantener el ramo lo más estable que podía.

Mientras dos corazones sanaban, uno a lo lejos se rompía.