32. Naranja.

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Esa misma noche, entre risas y tonterías que lograban animar levemente el ánima de YeonJun al menos por esa noche. Volver a ver su sonrisa después de un golpe tan bajo y doloroso era como un regalo y me sentía completamente de que me las regalara a mí. De últimas nos habíamos convencido a altas horas de la madrugada de dormir y así estaba yo, dando vueltas a todo en mi cabeza y corazón.

Pronto estos temas dejaron de tomar protagonismo cuando sentí unos brazos a mi alrededor por mi espada, todos los pensamientos habían cambiado por una estampida de mariposas revoloteando por mi interior. Solté un pequeño suspiro mientras mordía mi labio y llevé mi mano a la suya sobre el hueco de mi cintura. Su mano reaccionó y entrelazó los dedos.

Una voz ronca y algo más nasal de lo normal se había hecho presente en la silenciosa pero cálida habitación.

¿No puedes dormir, _____?Soltó una risita burlona, pues había sido yo quien lo había propuesto y era incapaz de hacerlo.

Me giré para mirarle y quedé frente a frente con él, mirando fijamente sus ojos mientras negaba de manera lenta. No podía dormir pero ver su rostro y sentir su calidez me relajaba hasta cierto punto en el que podría asumir sin equivocarme que podía dormirme. Él volvió a soltar esta vez una risa dulzona mientras llevaba la mano desde mi cintura hasta mi cabello, el cual acarició y metió tras mi oreja.

Vayamos a ver el amanecer, no creo que tarde en hacerlo.

Rápidamente se puso en pie y tiró de mis brazos para levantarme de la cama haciéndome reír por su expresión tan pueril. No paró hasta que logró que me pusiera de pie por mi misma y a decir verdad, yo quería ver el amanecer con él, pero su risa, su sonrisa y sus pequeños pucheros para que me levantaran definitivamente sirvieron para hacer mi corazón agitarse con facilidad.

 No paró hasta que logró que me pusiera de pie por mi misma y a decir verdad, yo quería ver el amanecer con él, pero su risa, su sonrisa y sus pequeños pucheros para que me levantaran definitivamente sirvieron para hacer mi corazón agitarse con fa...

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Con los pies desnudos y con la rapidez de un rayo ambos subimos entre risas por esa típica y estúpida apuesta de "quien llegue primero gana." El cielo seguía decorado por las estrellas y la pulcritud de la tan natural Luna. Satélites artificiales brillaban con fuerza esa noche queriendo opacar la belleza de las estrellas o hacerse pasar por una de ellas. Ambos sonreímos tomando una bocanada de aire mientras mirábamos hacia el firmamento. La cúpula celeste comenzaba a brillar gracias a la aparición de la estrella más grande del cielo en ese momento.

¿No te recuerda esta noche acaso a "esa" noche? Preguntó con algo de lentitud buscando las palabras exactas para preguntar.
¿Qué noche exactamente? Si hay algo que he vivido más contigo han sido noches.
No, esa en especial... Cuando fuimos al parque.
Querrás decir que nos colamos. Solté una pequeña risa y bajé mi mirada hasta él.

Comencé a analizar con cautela sus rasgos. Su perfil estaba completamente bien esculpido. El número áureo sentiría envidia de la perfección que YeonJun lograba tener con su expresión tan calmada. Podía verse un hogar en sus ojos y su ceño completamente con las cejas alzadas de estupefacción por la gran creación que nos rodeaba concordaba con estos. Su boca estaba levemente abierta, dando lugar a ver de mejor manera la divertida forma de estos además de su textura, áspera por la fría corriente de aire madrugador que chocaba con nosotros. La línea de su mandíbula era casi un ángulo perfecto de no ser porque el resto de perfección del ángulo se lo llevaba de calle su manzana de Adán, que hacía que el conjunto hogareño se volviera atractivo al momento. Él volvió a iniciar la conversación que había dejado a medias.

Esa noche en la que nos besamos por primera vez...Espetó para luego mirarme de igual manera.

Asentí sonriendo: sabía a qué noche se refería, sólo quería oírlo de sus labios. Me acerqué hasta la baranda de la azotea dejándole unos pasos atrás viendo como el cielo amenazaba con teñirse naranja.

¿Cómo no recordar esa noche? ¿Cómo olvidar si quiera una de las noches contigo si casi salgo mal parada en muchas de ellas?

Le oí reír a mis espaldas, haciéndome sonreír de igual manera a mi. Escuché sus pasos acercarse hasta quedarse tras mi espalda, comenzando a envolverme lentamente entre estos de nuevo.

Por mi, podría olvidar todas esas noches entre carreras, drogas y peleas y dejar sólo el recuerdo de esa noche en especial.
Desde cuando tan caballeroso, Choi YeonJun?
Desde que te conocí a ti.

Solté una risa incrédula y rodé mis ojos negando lenta pero notablemente.

No te creo, Choi.
Mi madre me enseñó que si hay algo que quieres conservar debes cuidarlo por mucho tiempo, y tú no eras excepción.

Mi rostro entonces se enrojeció levemente y di un golpecito en su mano a lo que él respondió con una risita y apoyando su cabeza sobre mi hombro mientras veía el amanecer: el naranja amanecer que los envolvía a ambos de manera acogedora, efectivamente, el nuevo Choi YeonJun había recuperado el color Naranja.

Bubblegum bitch.- Choi YeonJun y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora