Two Loves | KookV♡

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—¡Maravilloso! ¡Encantador! ¡Precioso!

Jimin aplaudía y gritaba efusivamente desde la entrada del salón de música donde Taehyung ensayaba con dedicación su pieza en violín para el recital de primavera de la escuela. Al notar la presencia de su amigo, bajó avergonzado la mirada, y recargó el instrumento en la base de apoyo para caminar en su dirección.

—ChimChim, ¿Qué haces aquí? —preguntó Taehyung con una amplia sonrisa, aún sintiéndose algo apenado por los excesivos halagos de Jimin.

—¿No puedo venir a animar a mi mejor amigo y futuro violinista estrella? —Jimin se acercó para abrazar a Taehyung con fuerza y despeinar un poco su cabello en el proceso.

—Basta, Jimin. Me avergüenzas. 

Taehyung lo apartó rápidamente, siendo consciente de lo cariñoso que podría colocarse su amigo cuando estaba emocionado. Aunque disfrutaba de la enérgica personalidad de Jimin, a veces no podía evitar sentirse tímido en comparación. 

— ¿No deberías estar en clase?

—Debería. —asintió Jimin sin dejar de sonreír. — Pero, como sabía que tú no ibas a comer nada por quedarte a ensayar, decidí traerte algo.

Jimin sacó de su mochila una bolsa con dumplings calientes y se la extendió a Taehyung. Este aceptó gustoso, no había comido nada desde la mañana ya que estaba demasiado ocupado con los asuntos del recital de primavera y los múltiples compromisos de sus actividades extracurriculares.

—De no ser por ti, creo que ya habría muerto de hambre. 

Ambos rieron por el comentario y salieron del salón de música para sentarse en el patio a degustar sus dumplings favoritos.

En medio de conversaciones y risas, Taehyung se sintió realmente afortunado de tener un amigo como Jimin. Se conocieron en el jardín de niños cuando ambos tenían apenas 3 años y desde entonces habían sido absolutamente inseparables. Se confiaban todas las cosas importantes de su vida, se apoyaban mutuamente en sus sueños y se entendían como nadie más en el mundo hacía.

Taehyung no podía imaginar un momento importante de su vida en el que Jimin no hubiera estado presente. Cuando los tiempos eran difíciles, él sabía exactamente qué decir para animarlo; y cuando todo transcurría de una maravillosa forma, él solo podía mejorarlo con un dulce gesto o una palabra cariñosa.

Jimin se convirtió en una constante en su mundo. No existían dudas sobre su amistad, él estaba absolutamente convencido de que sería para siempre.

—Ya debo irme, Chim. —mencionó Taehyung luego de terminar el ultimo de sus dumplings. 

Al intentar moverse, se sintió mucho más satisfecho de lo que debería; tal vez fueron demasiados de esos deliciosos aperitivos.

—¿Por qué quieres abandonarme, TaeTae? —preguntó Jimin haciendo un puchero en una clara dramatización de tristeza— Me he saltado la clase de ciencias por ti.

—Te la saltaste porque odias esa materia. —Taehyung rodó los ojos e hizo un gesto divertido con sus labios— No me utilices como excusa para tu irresponsabilidad.

—¡Hey! Si la ciencia fuera tan divertida como la danza, entonces no faltaría a clase jamás. 

Jimin esbozó una sonrisa tan brillante como sus hermosos cabellos rubios y se inclinó hacia Taehyung en un intento por tomar su brazo e impedir que se fuera. Sin embargo, él lo apartó.

—En verdad debo irme, Jimin. El director me pidió que le diera la bienvenida a un nuevo estudiante que acaba de transferirse. —Taehyung se colocó de pie y se despidió de su amigo. — Te veo más tarde.