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Jungkook corrió rápidamente a través de la pista sorteando todos los obstáculos sin problema, faltaba poco para alcanzar la meta y conseguir entrar a ese nivel secreto que solo los jugadores expertos conocían. Él sería el primer amateur en lograrlo, pasando así a la historia de los videojuegos y ganando el respeto de la comunidad gamer.

Visualizó la línea final, pocos metros lo separaban del éxito y estaba listo para ser el indudable vencedor cuando una sensación de picazón en su mejilla lo hizo detenerse. ¿Acaso habían colocado obstáculos peludos o qué era esa rara cosa que sentía? No tenía idea, pero cuando intentó concentrarse nuevamente en la meta frente a él, toda la pista comenzó a desvanecerse en el aire hasta que solo hubo oscuridad.

Entonces, despertó.

—¡Agh! ¿Por qué siempre en el mejor momento? —se quejó, era tan frustrante despertar en la parte más interesante de su sueño.

Sin embargo, su pequeño berrinche no tardó en disiparse cuando descubrió que la extraña sensación en su mejilla que había logrado robarle la victoria de su juego de ensueño, era el cabello de alguien más. Alarmado, casi salta fuera de su cama preguntándose si un intruso se coló en medio de la noche a su habitación con intenciones perversas y oscuras.

Tal vez, era un pensamiento algo exagerado, pero su mente en la mañana parecía carecer de racionalidad. Le tomó un par de minutos comprender que ese reluciente cabello castaño con olor a vainilla le pertenecía a Taehyung. 

Se acomodó mejor en la cama solo para poder observarle y creyó que la imagen frente a él era digna de ser capturada, no solo por la ternura que le provocaba, sino porque seguramente sería un buen material de chantaje a futuro.

Taehyung se encontraba acomodado en una extraña posición, ocupando gran parte de la cama y enrollado como un roll de sushi entre las mantas. Parecía haberse acurrucado inconscientemente al lado de Jungkook durante la noche, apoderándose de la almohada ajena y tirando la suya al suelo. Eso explicaba el por qué había sido casi sofocado por la cabellera castaña mientras estaba en medio de un sueño tan bueno que jamás iba a repetirse.

Fue divertido recordar cómo la noche anterior Taehyung estaba tan nervioso de dormir con él, que decidió colocar una muralla de almohadas entre ambos, alegando que no podía traspasarla o lo golpearía. Jungkook no tuvo problema con mantenerse de su lado, sin embargo, el castaño fue quien terminó rompiendo su propia regla para acurrucarse cerca de su pecho como un pequeño niño.

—Adorable —susurró bajito.

Se removió con cuidado hasta alcanzar la mesita de noche junto a la cama y tomar su teléfono. Definitivamente debía conseguir una foto de ese adormilado rostro donde destacaban sus pomposas mejillas y labios carnosos ligeramente abiertos. Despeinado, con una pijama de Iron Man dos tallas más grande que Jungkook le había prestado y con una marca de la costura de la almohada en su frente, Taehyung seguía siendo muy lindo ante sus ojos.

Una vez que tomó la divertida y tierna foto, dejó el teléfono a un lado solo para dedicarse a observarlo lo que pretendían ser apenas unos segundos. No obstante, terminó tan embelesado por su belleza, que se mantuvo en esa posición durante un largo rato. 

Con algo de timidez al principio, Jungkook movió su mano hasta alcanzar algunos mechones de cabello para retirarlos del rostro de Taehyung; deslizó dulcemente las yemas de sus dedos por aquella tersa piel que le transmitió al contacto pequeñas corrientes eléctricas que viajaban directamente a su corazón.

Es así como se siente estar enamorado.

Tan cautivado por el momento, el estrepitoso sonido de una llamada entrante al celular de Taehyung lo hizo sobresaltarse. Dirigió la atención al dispositivo donde el nombre "ChimChim" se leía en la pantalla junto a una foto de ambos amigos haciendo aegyo. A Jungkook le pareció muy divertida la forma en que tenía agendado a Jimin,  y se aseguraría de molestarle después por eso.

Two Loves | KookV♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora