Two Loves | KookV♡

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Notita: En algunas culturas asiáticas se tiene la creencia de que el tipo de sangre de una persona puede revelar detalles de su personalidad y su compatibilidad con otros. Imaginen que es como el signo zodiacal para nosotros. 

El camino a la casa de Jungkook fue tranquilo y bastante silencioso, sin llegar a ser incómodo; simplemente, ambos estaban demasiado inmersos en sus propios pensamientos para decir algo. Taehyung encontró agradable aquella situación, solía estar rodeado de personas tan enérgicas como Jimin que rara vez daban espacio a un silencio reflexivo, y él en verdad apreciaba poder caminar tranquilo y permitirse pensar un poco.

Cuando llegaron a su destino, Taehyung notó que Jungkook vivía en un bonito vecindario. No estaba muy familiarizado con esa zona, pero le agradaba ver las pequeñas casas con coloridos antejardines. 

Ingresaron a la vivienda del pelinegro y fueron recibidos de inmediato por un pequeño perro que se acercó a ellos ladrando con emoción y agitando su cola.

—¡Gureum! —dijo con una sonrisa Jungkook mientras se inclinaba para tomarlo en sus brazos y acariciarlo suavemente.

Taehyung sonrió también al ver la escena, distinguía que se trataba de un pequeño perro maltés, y aquello le causó ternura. No tenía idea de que a Jungkook le gustaban los animales, pero de haberlo sabido, hubiera jurado que optaría por una mascota más ruda, tal vez un pitbull terrier o un rottweiler. Definitivamente había estado tan equivocado sobre él.

—Sigue, por favor —mencionó Jungkook haciéndose a un lado para que Taehyung pudiera entrar, y volvió a dejar con mucho cuidado a Gureum en el suelo.

—Es muy lindo —dijo Taehyung, aún asombrado por lo tierno que lucía Jungkook junto a su perro.

—Sí, ¿Verdad? —dejó pequeñas caricias sobre el animal— Mi padre y yo lo encontramos abandonado y herido en la carretera cuando veníamos a Seúl, así que decidimos adoptarlo y encargarnos de sus heridas.

Gureum soltó un ladrido a Jungkook antes de girarse para observar a Taehyung que aún continuaba de pie a unos cuantos pasos de la puerta. El perro se acercó lentamente al chico antes de comenzar a olfatearlo exhaustivamente, cuando identificó que era inofensivo, se tiró en el suelo con las patas hacia arriba.

Taehyung captó de inmediato lo que el perro quería y se colocó de rodillas para acariciar con la yema de sus dedos la pancita del animal.

—Le agradas.

—Eso parece —Taehyung continuó acariciando suavemente a Gureum y este le respondió meneando su cola felizmente—. Aunque, no soy muy bueno con los animales.

—¿No tienes mascota? —preguntó curioso.

—No —negó suavemente y casi sintió como un puchero se formaba en sus labios—. Siempre quise una, pero mis padres son demasiado estrictos y no permiten mascotas en su casa.

—Comprendo.

Jungkook se quedó abstraído mientras observaba a Gureum jugueteando bajo el tacto de Taehyung, le pareció ver un brillo de felicidad en los ojos del chico, justo como el día que lo conoció y habló sobre los recitales de música; salvo que esta vez, esa emoción permaneció por más tiempo en su rostro.

Cuando notó que había pasado un largo rato observándolo, se aclaró la garganta y le ordenó a Gureum volver a su pequeña casita en el patio. Luego volvió su atención a Taehyung y le pidió que lo acompañara a su habitación en la planta superior.

Si había estado sorprendido por la tierna mascota de Jungkook, la decoración de su habitación lo dejó impactado. Sus paredes estaban adornadas con enormes posters de grupos musicales, reconoció algunos de agrupaciones femeninas de kpop y otros de bandas de rock extranjeras. Sin embargo, su vista viajó de inmediato a un enorme afiche de un torneo de League of Legends.