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El delicado aroma a vainilla de Taehyung lo envolvió por completo, era cálido y reconfortante. Se expandió por todo su cuerpo, dejando bonitas sensaciones en su piel y arrullándolo hasta sumergirlo en un profundo sueño.

Su corazón se sentía diferente y todo en él vibraba de felicidad. Taehyung le gustó mucho desde el primer día, incluso si su comportamiento no llegó a demostrarlo.

Estuvo tan asustado de resultar herido y repetir los acontecimientos con Mingyu, que terminó actuando de forma ruda y poco gentil. Sin embargo, ahora sabía con certeza que su osito era diferente a las personas de su pasado y merecía todo el cariño que pudiera ofrecerle.

Taehyung, además de ser el chico más hermoso de toda la escuela, de la ciudad y el universo entero; era la persona más dulce y adorable que hubiera conocido, se preocupaba por otros y siempre pensaba en los demás antes que él. Era torpe algunas veces, pero eso no le restaba puntos a su maravillosa inteligencia.

Un par de bonitos momentos junto a Taehyung se reprodujeron en su mente como una secuencia digna de una película romántica. Jungkook no pudo concentrarse en una sola escena, pero estuvo satisfecho de admirar ese esponjoso cabello castaño moviéndose de un lado a otro y sus pomposos labios en forma de corazón susurrando ñoñerías amorosas.

Sin duda, estaba teniendo el mejor sueño de su vida y deseó que fuera para siempre, pero el lejano sonido de una voz lo hizo despertar.

—... ya estoy en casa —escuchó, aunque pareció algo sin importancia.

Se acomodó entre las cobijas y permitió que su mente continuara en un estado letárgico, queriendo dormir profundamente de nuevo. No obstante, la voz se hizo más cercana y no pudo ignorarla.

—Hijo, ya estoy en casa —repitió—. ¿Podrías ayudarme con la cena?

Entonces, su cerebro hizo click.

De manera frenética, Jungkook se incorporó sobre la cama y trató de ubicarse en el presente; algo que le costó un par de segundos. Observó a la persona a su lado y se encontró con un adormilado Taehyung desnudo que babeaba sobre su almohada.

«Taehyung. Dormido. Desnudo», repitió.

Trató de conectar todas las ideas y cuando finalmente lo logró, casi sufre un pequeño colapso nervioso al recordar lo sucedido esa tarde.

—¡Estoy terminando una partida! —se apresuró a gritar, con la esperanza de que eso detuviera a su padre de entrar a su habitación y encontrarse con una escena que lo traumatizaría de por vida.

Sabía que el mayor no perdería la cabeza por la situación, ya que, como él mismo se denominaba, era un "padre moderno"; pero eso no cambiaba el hecho de que Jungkook no quisiera ser atrapado por su progenitor en un momento tan comprometedor.

Sería demasiado vergonzoso y no le apetecía lidiar con ello.

—Está bien, hijo —le escuchó responder—. Pero date prisa

Saltó fuera en busca de su ropa y no pudo evitar que sus mejillas se sonrojaran; estuvo fantaseando en más de una ocasión con tener a Taehyung desnudo en su cama, pero no creyó que eso llegara a suceder en realidad.

Tal vez, las hormonas se le fueron de más con su lindo novio.

Cuando estuvo vestido, rodeó la cama para acercarse al lado en el que Taehyung descansaba. Le hubiera gustado que él durmiera toda la noche allí, pero imaginó que tendría que volver a su casa.

—Tae... —susurró—. Es hora de levantarte.

El castaño apenas se movió un poco, infló sus mejillas en un tierno gesto y balbuceó las palabras.

Two Loves | KookV♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora