Two Loves | KookV♡

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Mudarse de ciudad no parecía ser la salida más fácil a su situación, sin embargo, sonaba mucho más tentadora que el hecho de tener que enfrentar a Jungkook. Tal vez si fingía una enfermedad altamente contagiosa su madre lo dejaría quedarse en casa, y con suerte, podría fingir por el resto del año escolar para no tener que verlo nunca más.

Sí, definitivamente todo sonaba como una mejor opción a tener que responsabilizarse de sus acciones, ni siquiera estaba seguro de cómo debía actuar con Jungkook, mucho menos tendría la valentía de enfrentar a Jimin y decirle que se había besado unas doscientas veces con el que pudo ser su esposo.

Había conseguido evadir a ambos durante el fin de semana, pero esa mañana de lunes pintaba como el final de su camino. No había escapatoria.

Cuando ingresó al aula, agradeció al universo por no encontrarse con ninguno, por primera vez estaba feliz de la impuntualidad de su amigo, aunque sabía que en este punto sólo estaba ganando minutos ante su inminente muerte.

<< Vamos, Taehyung, no eres ningún cobarde. Le contarás todo a Jimin y confiarás en que su buen corazón pueda perdonarte. Verás a Jungkook, le dirás lo que sentiste y luego actuarás como si nada, que sepa quien manda. >> Se animó a sí mismo, no era un cobarde, él podría con esto.

La primera clase estaba por comenzar cuando Taehyung vio ingresar a Jimin, su corazón dio un vuelco y consideró salir corriendo y lanzarse por una ventana, sin embargo, su amigo ya estaba caminando hacia él con una mirada que decía "Kim Taehyung, te doy dos segundos para que me lo expliques todo", bien, de repente ya no se sentía tan valiente.

Su mala suerte empeoró cuando Jungkook también ingresó al aula y le lanzó una sonrisa torcida tan escalofriante que no pudo pensar más que en las palabras de su mensaje, él no le dejaría olvidar lo sucedido.

<< Nuevo plan, fingirás demencia, nada nunca pasó, tú no te acuerdas ni de cómo te llamas. >> Tragó duro, sí era un cobarde y no podría con esto.

De alguna manera, logró sobrevivir a las clases, pero no se salvaría de la hora de almuerzo.

—Entonces, ¿Ya nos contarás lo que sucedió con Jungkook? —preguntó Soobin con cierto toque de malicia en su voz.

Taehyung casi se atraganta con su emparedado, pero la intensa mirada de Jimin lo obligó a hablar.

—Yo... bueno, ya les dije, muchos shots, poca tolerancia... En realidad, no lo recuerdo.

Jimin analizaba su rostro como si estuviera buscando una verdad escondida, pero al saber que su amigo era terrible bebiendo alcohol, pensó que podría ser cierto que él realidad no se acordaba. Aunque existía algo que no lo convencía del todo.

—Creí que Jeon había inventado que te quedaste dormido —dijo Yeonjun—. Pero si realmente no te acuerdas de nada, entonces creo que así fue.

Taehyung desconocía lo que Jungkook pudo haber dicho, pero le aliviaba saber que él no lo expuso.

—Sí, justamente eso debió pasar —dijo un poco más tranquilo—. Sé que no es la historia divertida que esperaban, pero bueno, me conocen, nada emocionante ocurre en mi vida.

Siguió comiendo con naturalidad, usar su imagen de chico bueno era caer bajo, pero situaciones extremas requerían de medidas desesperadas.

—Quien sí pasó una buena noche fue nuestro Jiminnie —dijo Soobin con una mirada pícara.

Aquello realmente sorprendió a Taehyung y volteó a mirar a su mejor amigo para exigirle respuestas.

—¿Qué hiciste, Chim? ¡Tienes que contarme!