Bestia creció como un niño normal. En su tribu, ningún niño tenía beneficios por la identidad de sus padres. Todos comían y jugaban en el mismo lugar, bajo el cuidado de cualquier adulto que estuviera disponible.
El padre de Bestia era el líder de la tribu. Su madre era Madre de la tribu a pesar de que había muchas otras mujeres con hijos del líder que podían reclamar ese título. Aunque venía de unos padres que gozaban todos los lujos de la tribu, a Bestia se le fue negado cualquier beneficio que no se hubiera ganado por sus propios méritos. Así era la crianza de los salvajes; tenías que esforzarte por lo que querías, no importaba quién eras.
A la edad de cinco años, Bestia mató a su primer lobo. Era la tradición de todos los salvajes que un niño matara a los animales del bosque para demostrar que merecía ser llamado un hombre en el futuro, incluso los Donceles. Cuando regresó a la tribu con un animal muerto en las manos y sangre en su rostro, su padre sólo le dió una palmada en la espalda y le dijo que fuera a lavarse. No significaba que no lo amara, solo que así se criaban a los futuros cazadores y guerreros de la tribu salvaje. Los niños sólo se apegaban a sus madres, sus padres estaban muy ocupados para lidiar con ellos.
Bestia continuó haciendo lo que otros niños hacían, siempre más avanzado que los demás. Para la edad de trece, cuando apenas se le consideraba un hombre, era más alto y más fuerte que cualquier otro niño de la tribu. Alrededor de esa época fue cuando su padre murió de una herida que se infectó tras varios días. Bestia no derramó ni una sola lágrima ese día o los siguientes. Solo consoló a su madre mientras ella sollozaba en sus brazos la pérdida de un esposo y un líder. Hubo luto por tres meses. Luego iniciaron las competencias.
Si bien Bestia era el más sobresaliente de sus hermanos, también era el más joven. Todos sus hermanos mayores tenían derecho a ser líderes de la tribu y compitieron entre sí durante tres días y tres noches para determinar quién ocuparía el puesto de su padre. Bestia no tuvo ningún problema en matar a sus hermanos, porque ellos tenían la misma intención. Luego lloró, pero solo cuando estuvo en la privacidad de su habitación.
Al crecer atrajo la atención de muchas mujeres y Donceles por su aspecto. Ninguna le interesó, todas eran demasiado suaves para su gusto. Quería alguien a quien no le importara desafiarlo o gritarle si estaba enojado, y no lo consiguió en nadie de su tribu.
Cuando se convirtió en adulto, su madre lo envió con la bruja del bosque para que ella le dijera su futuro. Ella lo vió una sola vez, y le contó todo lo que debía saber sobre su futuro.
La bruja le dijo que en su futuro encontraría a un Doncel pálido tan descarado que lo golpearía e insultaria a él y a todos los miembros de la tribu cuando se enojara. Le dijo que ese Doncel sería un enigma complicado, y que debería ser paciente con él. La bruja fue clara, le dijo que hasta que el Doncel estuviera seguro de ello, no podía tener relaciones con él. También le dijo que debía esperar, y nunca hablarle al Doncel en la lengua de los salvajes hasta que estuvieran juntos de verdad.
Bestia aprendió. Pero sin importar cuánto practicó, cuánto aprendió o cuánto habló, nunca pudo dominar la lengua común como otros. Por eso empezaron a decirle "retrasado" en las otras tribus, además de burlarse de su debilidad para hablar. Nunca respondió ante las provocaciones, pero le preocupaba su habilidad para hablar el idioma común. No podía, por más que lo intentara.
Bestia empezó a invadir los pueblos afuera del Reino cuando cumplió veintitrés años, la edad en la que todos los líderes debían hacer un cambio en las reglas de su tribu. Invadía los pueblo y se llevaba a los Donceles, tocándolos levemente pero sin acostarse con ellos en realidad. Todos eran débiles y sumiso, se rendían tan pronto como ponía sus manos encima de ellos. No sé resistían, así que los regresaba a sus pueblos.
Hasta que puso sus ojos en el Doncel más pálido que había visto alguna vez. Y también el más violento.
Bestia estaba demasiado feliz cuando encontró al Doncel que peleaba y soltaba maldiciones en susurros mientras lo cargaban. No sólo era hermoso, también tenía una personalidad increíble. Le gustó, porque no era idéntico a los otros.
Bestia tuvo que contenerse muchas veces para no tocar al Doncel. Muchas más cuando oyó su nombre por primera vez.
Kaelin.
Como la flor del desierto, ese Doncel era tan precioso como mortal. Bestia supo que, incluso si la bruja no hablaba de él, se quedaría con Kaelin por el resto de su vida. Lo quería.
Lo quiso más cuando durmieron juntos y cuando descubrió que el Doncel cargaba a su hijo en el vientre.
Bestia quería a Kaelin. Pero él no sabía si Kaelin lo quería.
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La Bestia Y Su Doncel. (primera Parte Saga Donceles)
De TodoKaelin es uno de los pocos donceles que trabaja como agente policial en el Reino. Despreciado por ser un Doncel y no pertenecer a una familia adinerado, ha pasado cinco años atascado en un trabajo que no pone a prueba todas sus habilidades, y en el...