꧁Capítulo 1꧂

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꧁Eres el amor de mi vida, nunca deje de pensar en ti y si algún día llego a morir lo único que recordare serán tus labios sobre los míos.꧂

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Levanté la vista y deje de mirar el cuaderno para centrarme en observar por la ventana, era invierno y comenzaba a caer unos pequeños copos de nieve. No me gustaba esta época ya que hacía mucho frio, y además no habia mucho que casar, lo único que me gusta es que puedo estar en casa con mi padre. Lo empecé a llamar así desde que tenía dos años y a él no le molesta, lo único que a mí me molesta es que bebe demasiado y no lo deja, pero al menos puede comer mi comida sin quejarse.

Apoyé mi cabeza en mi mano y solté un pequeño soplido de desesperación. No me gusta estar mucho tiempo en casa, y tampoco estar en el Quemador, ya que quería ver todo lo que hace Haymitch.

Me quede mirando por la venta las montañas que daban directo al bosque, me encontraba en el lugar de los vencedores ya que él fue uno de los ganadores pero no me gusta estar aquí. Sé que no tengo que pedir comida ya que el Capitolio nos daba dinero y muchas cosas pero me encantaba casar o intercambiar cosas en el Quemador. Lo mejor de esto es que no teníamos que recurrir a las teselas en la cosecha de cada año para participar en los Juegos del Hambre, cuanta más tuvieras más veces tu nombre entraba en la urna para los juegos y más alimento te darían. Me recuerdo cuando lo hice, mi padre me grito mucho ya que a él no le gustaba que fuera elegida, es muy protector conmigo y claro que me castigo

— Alana, por favor puedes ir a comprar más Wiski —dijo mi padre provocando que dejara de mirar por la ventana. Levante la vista encontrándome con él —, sería tan amable de ir a comprar al Quemador ¿o tienes algo mejor que hacer?

—No tengo nada que hacer, iré pero solo por esta ves

—Bien, te espero y no tardes — me miro y beso mi frente — no tardes mucho entendido

—Entendido papá

Camine y mire a algunos agentes de la paz que no me quitaban la mirada de encima y me ponía cada vez más nerviosa, sabía que me vigilaban a cada momento ya que mi abuelo siempre tenía un ojo en mí y eso a veces molestaba mucho. Intente caminar algo más rápido cuando se escuchó una explosión, mire que muchos gritaban yo me encontraba en el piso ya que estaba muy cerca del lugar. Me dolían los oídos, mis ojos se llenaron de lágrimas, solté un grito al ver a las personas reunirse al lugar en ese momento me acorde de Hank, él era como mi abuelo, esa persona me daba chocolate cada vez que tenía, me cuido cuando me caía en el piso o cuando me cortaba en el bosque a practicar, él trabaja en las minas.

—¡Abuelo!—grite con fuerza mientras que me levantaba con rapidez y salía corriendo, pude escuchar como las personas gritaban y se acercaban, necesitaba comprobar por mí misma que mi abuelo estuviera el interior de las minas en el momento de la explosión o fuera.

Sentía que mi corazón estaba a punto de salir de mi garganta y miré a varios hombres que estaban a unos metros de mí revisando la entrada de las minas para buscar supervivientes. Ninguno de ellos se dieron cuenta de mi presencia por mi baja estatura. Quería preguntarles a los mineros sobre el paradero de mi abuelo, pero mi garganta estaba seca.

Mis ojos se volvieron a llenar de lágrimas mientras que giraba sobre mi misma para encontrarlo, no podía ver bien ya que habia mucho polvo en nuestro alrededor así que comencé a andar hacia la entrada con escombros pero no podía ver nada

—¡Eh, pequeña! No deberías de estar aquí—dijo una voz a unos metros. Un hombre de mediana edad y lleno de polvo y de mugre se acercaba a mí con velocidad. Lo mire asustada, cerré los ojos y lo mire a los ojos, mire que me tenía cogida de ambos hombros y revisaba mi ropa en busca alguna herida— ¿Qué haces aquí? ¿Estas herida? ¿te lastimaste?

—Estaba pasando por aquí y vi la explosión

—Pequeña, esto es peligroso podría haber otra explosión. Vuelve a tu casa ¿entendiste? Ve a buscar a tus padres, ¿vale? Espera un momento, ¿tu padre trabaja aquí?

—Solo vivo con mi padre, en la casa de los vencedores pero mi abuelo estaba trabajando aquí—dije triste mientras que veía como el rostro de ese hombre cambiaba y sentía tristeza por mí. Todos me miraban así cuando sabían que mi padre era el Vencedor de los juegos.

Tenía el presentimiento de que él me diría rápidamente la información que necesitaba por la infancia tan triste que había tenido. Lo único que quiero sabes es si mi abuelo está bien y no le paso nada malo

—No puedo, tengo que asegurarme de donde está mi abuelo...hasta que no lo haga no me iré de aquí—dije con seguridad en mis palabras mientras que lo miraba durante unos segundos sin apartar mi vista de sus ojos— por favor, dígame que mi abuelo está bien

—Lo comprendo, dime el nombre y sabré si estaba en las minas o no en el momento de la explosión—dijo el hombre mientras que tomaba una pequeña libreta. Esperó unos segundos a que yo dijera el nombre de mi abuelo, pero estaba asustada. Asustada de perder a mi abuelo, es lo más importante para mí en todo el mundo— pequeña, por favor, el nombre.

—Se llama Hank, Hank Brown...—dije bajando la vista mientras que sentía como mis manos comenzaban a temblar esperando la respuesta. Noté como ese hombre se agachaba para ponerse a mi altura y agarrarme de los hombros, mirándome con un aspecto triste y serio—él... ¿él no estaba en las minas, verdad? Dígame que no

—Cielo, tú abuelo está bien, tranquila- no sé porque sentí un aire de tranquilidad invadir mi cuerpo- Estará en su casa por qué está herido y se fue ahí déjalo solo, Vete a casa... y busca a tu padre.

—Está bien, iré a mi casa pero por favor si lo llega a ver le puede decir que me busque o que iré a visitarlo después—dije mientras que ponía mis manos en mi cintura

—Claro que le diré, ahora ve a casa o sino tu padre se enojara— asentí y me fui directo a casa para poder estar más tranquila

Camine directo hacia mi casa, no iré a comprar lo que me pidió mi padre, seguía sintiendo mi corazón latir como si se me fuera a salir. Vi a mi padre a lo lejos así que corrí hacia él y me tomo en sus brazos abrasándome.

—¿Qué paso pequeña? — abrace más a mi padre, no quería soltarlo

—Él abuelo casi muere hoy papá, hubo una explosión en la mina y casi muere —comencé a llorar —casi muere papá

—Tranquila mi amor, todo estará bien — me llevo adentro de la casa y me hizo sentar en el sofá para estar más cómoda que antes — ahora vamos a comer un pastel, que te parece

—Me parece bien papá

Me la pase todo me día con él y me sentía bien, tranquila con todo el tema de mi abuelo y a la tarde pude ir a visitarlo y me conto algunas cosas de como habia logrado salir de las minas. Al final todo fue de la mejor forma y me siento segura estando con mi padre y mi abuelo, eso es la mejor y lo único que tengo y lo valoro mucho.

Ave de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora