꧁Capítulo 15꧂

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Era sorprendentemente lo agradable que era estar protegida entre los brazos de Haymitch y sentir sus fuertes brazos arropándome con ternura. No dijo ni una sola palabra sobre mi actuación en la entrevista, pero solo con su presencia ya lo decía todo y no era necesario más. Cuando me separé de él, eliminé mis lágrimas y avancé con paso decidido hacia el ascensor para, esperar a que se introdujeran en él Haymitch y Owen, me crucé de brazos y esperé a llegar hacia nuestra planta. Esta sería la última noche que pasaríamos en esa casa y rodeados de lujos para estar en una zona abandonada y rodeados de peligros. Ninguno de los tres dijimos ni una sola palabra en el trayecto hasta llenar a nuestra planta, al hacerlo Effie nos estaba esperando en el salón con una leve sonrisa.

—Habéis estado genial, ambos. Estoy muy orgullosa por vosotros dos, poneros algo más cómodo y después vayan entrado al comedor para cenar y ver la repetición de la entrevista. Es importante que conozcáis al enemigo—comentó Effie.

—Gracias Effie—contestó Owen con una leve sonrisa mientras que ambos nos íbamos hacia nuestros respectivos cuartos—, ¿eres la nieta de Snow y la hija de Haymitch?

—Él siempre actuaba extraño en el distrito, pero no fue hasta la primera noche en el tren de camino al Capitolio, siempre estaba algo distraído y me trataba bien algunas veces, pero lo de Snow me conto en el tren y me lo dijo—comenté mirándole de reojo.

—Sé que no somos amigos y que dentro de unas horas intentaremos matarnos, pero ¿por qué no me lo dijiste?

—Porque no supe cuál era el momento más adecuado para contártelo, además, Haymitch dijo que lo mantuviéramos en secreto y eso hice. Espero que lo entiendas Owen—contesté secamente mientras que me introducía en mi cuarto.

Al entrar en él, me deshice del vestido y me marché a la ducha en un intento de relajarme y poder aclarar mis ideas. Respecto a ganar patrocinadores y ganarme al Capitolio había hecho todo lo que estaba en mi mano y ahora, estaba en mí ganar los juegos del hambre.

Eliminé todo el maquillaje de mi cuerpo hasta quedarme de nuevo luciendo mi piel clara, deje mi pelo suelto y me coloque una ropa más cómoda para ir a la cena. Al llegar al salón sentí la mirada de Tigris y Cinna, ambos estaban orgullosos de mí. Ella se acercó a mí y mi hizo sentarme en el sofá mientras que sacaba una botella con un líquido rosáceo y una gasa.

—¿Qué es eso?

—Esas uñas solo dificultaran la supervivencia en la arena e ir perdiéndolas una a una no es estético. Quiero quitarlas y dejarlas al natural—dijo Tigris mientras que comenzaba a quitármelas con cuidado mientras que las iba limpiando y dejando como las tenía hace menos de una semana—, ¿Cómo te encuentras?

—Ahora estoy más asustada, solo quedan unas horas para estar en la arena. ¿Cómo será? ¿Qué monstruos habrá ahí dentro?

—¿Quieres mi consejo? No te martirices pensando en que pasara mañana, intenta descansar para poder darlo todo. Tus uñas vuelven a estar como antes...—comentó Tigris acariciándome tiernamente las manos.

—Extrañaba verlas normales—dije con una leve sonrisa.

Ambas nos levantamos y nos fuimos a la mesa principal para comenzar la última cena de Owen o de mí o los dos. Uno de nosotros o los dos no volverá a estar con los presentes y el ambiente estaba cargado y tenso. Comencé a sentir un profundo nudo en mi estómago y eso que aún quedan algo más de quince horas para que comiencen los juegos. Intenté comer la mayor cantidad de proteínas y de grasas para mantener mi estómago lleno el máximo tiempo posible cuando estuviera en la arena.

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