꧁Capítulo 12꧂

821 48 5
                                    



Al despertar, me encontré en uno de los sillones de mi cuarto habían colocado la ropa para ese día. Por primera vez desde mi llegada al Capitolio, me sentía como era realmente yo pues llevaba puesto unos pantalones negros ajustados, una camiseta de manga larga y unas botas negras acompañado de una sencilla trenza en mi cabello. Anoche Haymitch no me había dado una hora exacta para desayunar o estar lista, pero la ansiedad que sufría constantemente hace que me mantenga activa y despierta en todo momento.

Salí de mi habitación para llegar al comedor y buscar a alguien o directamente comenzar a desayunar por mi propia cuenta. Miré hacia un avox que esperaba a que le ordenara que me sirviera la comida pero, yo fui quien tomó algunos platos de comida y llevarlos por mí misma hacia la mesa. Podría acostumbrarme totalmente a la comida del Capitolio pues me atiborré de pasteles de diferentes colores y sabores y una gran taza de chocolate con cereales. Noté una mano sobre mi hombro y al girarme mostré una leve sonrisa al encontrarme a Haymitch, este llevaba una taza de café y se sentó a mi lado.

—¿Cómo has dormido?—preguntó Haymitch acomodándose a mi lado.

—Dentro de lo cabe bien, pero me ha costado un poco conciliar el sueño.

—¿Sabes lo que toca, no?—preguntó Haymitch quitándome uno de los pasteles y dándole un mordisco mientras que me sonreía cariñosamente.

—Tres días de entrenamiento donde todos los tributos practicaremos juntos. La ultima tarde, actuaré en privado delante de los Vigilantes y estos me pondrán una nota.

Me quedé parada durante unos segundos al pensar en que en breve tendría una cara a cara con los demás tributos. Eso me produjo un gran miedo pues sabía que un pequeño grupo eran profesionales y el resto, personas tan desesperadas como lo estaba yo. Owen se sentó enfrente de nosotros y comenzó a desayunar mientras que no se atrevía, en ningún momento, de levantar la vista y encontrarse con nuestros ojos.

—Hoy comienzan los entrenamientos. Podéis entrenar juntos o por separado. Decidirlo—contestó Haymitch sacando una pequeña petaca de alcohol y dándole un sorbo.

—Para mí sería mejor si estuviéramos separados, no quiero que me mates antes de tiempo o me equivoco Owen—dije mirándolo con ironía

—Me parece perfecto Alana o debería decir la chica de hielo

—Con lo que me habéis estado hablando tengo una idea sobre vuestros entrenamientos. Owen quiero que aprendas conocimientos básicos de supervivencia: trampas, fuego... todo de ese estilo. Alana, quiero que aprendas a utilizar pesas y otras cosas más...

—¿Pesas? Haymitch, no puedo. No tengo mucha fuerza... no conseguiré eso en tres míseros días.

—Lo sé. En el Centro de Entrenamiento no quiero que demostréis lo que sois capaces—dijo Haymitch poniendo hincapié en las palabras mientras que me miraba atentamente—, en plan es para ambos. Vayan a los entrenamientos en grupo; pasad algún tiempo aprendiendo algo que no sepáis; tirad lanzas, utilizad mazas o aprended a hacer buenos nudos. Sin embargo, guardaos lo que mejor se os dé para las sesiones privadas. ¿Está claro? Alana los cuchillos y el arco y, tu Owen los cuchillos.

—Gracias pero, con los cuchillos no soy muy bueno y sé que Alana me matara rápido si tiene uno de esos

—Y con eso tienes que tener mucho cuidado Owen por qué si yo llego a tener un cuchillo en las manos estas muerto, ¿verdad?—pregunte mirándolo enojada mientras que él reía

—Un último detalle, necesito que sigáis con el juego que hicisteis en el desfile. En público, quiero que estéis juntos en todo momento. Quiero que se muestre que sois un equipo, amigos, una familia que el distrito doce está unido. Reuniros con Effie en el ascensor en veinte minutos para el entrenamiento. Owen vístete con la ropa que habrán dejado en el sofá y Alana quédate un instante.

Ave de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora