-¿Listo? - preguntó Max mientras me pasaba una bolsa de sangre que había encontrado en la enfermería.
Estaba hambriento, y si quería salvar a ___, debía estar bien alimentado.
Tomé el líquido de la bolsa de un solo sorbo, y tras eso, froté mis manos.
-Estoy listo - dije nervioso.
Me acerqué a ___, quién yacía en la cama, con los ojos cerrados, y... sin pulso.
Cerré los ojos y rocé su cuello con mis labios.
-Perdóname por esto... sé que empezarás a preferir la muerte que esta pesadilla. Pero entiende que no puedo vivir sin ti - susurré, y tras eso, hundí mis colmillos en su cuello.
Pero esta vez, no tomé sangre... sino que solté mi veneno, algo que mi padre me prohibía.
Soltaba mi veneno en el organismo de ___ mientras recordaba las palabras de mi padre en mi mente.
"Dar tu veneno a otras personas está prohibido para ti Número Cinco. Transformar a alguien en vampiro no es la solución. Los vampiros principiantes son los más peligrosos, no saben controlarse ante la aparición de sangre y pueden caer en una gran depresión, es un absoluto infierno para ellos. Así que, NADA DE DAR TU VENENO"
Por desgracia para mi padre, no me arrepentía de lo que estaba haciendo.
Yo ayudaría a ___, la ayudaría a acostumbrarse, a sobrevivir, estaba seguro de que todo iría bien.
Me separé de su cuello y miré a Max.
-Está hecho... solo queda esperar.
Narra-Narradora
[...]
Aquellos ojos que habían permanecido tantas horas cerrados, sin vida, se abrieron lentamente.
La chica se sentía extraña, podía percibir olores que nunca antes había olido. Se levantó de la cama mientras miraba a su alrededor. Estaba en su habitación, sola.
Mientras tanto, al otro lado de la puerta de la habitación, Max esperaba a que Cinco diera la señal.
Cinco tenía su oreja puesta en la puerta, él sabía que los vampiros tenían superoído, así que esperaba al mínimo sonido que podría asegurarle que su novia había despertado.
-¿Crees que falte muc...? - no pudo terminar ya que Cinco cubrió su boca mientras ponía un dedo índice en sus labios.
-Baja al salón, si ella huele tu sangre, será inevitable que quiera beber tu sangre, y no es eso lo que queremos. - advirtió Cinco.
Max solo asintió y bajó al salón.
Por otro lado, Cinco abrió de golpe la puerta de la habitación de ___, haciendo que esta cubriera sus oídos gracias al desagradable sonido de la chirriante puerta.
-La puerta tiene un sonido horrible, y ser un vampiro hace que los sonidos se intensifiquen para nosotros, así que tendrás que acostumbrarte - dijo el chico sonriendo.
Ella solo la miró con el ceño fruncido.
-¿Acostumbrarme? - dijo extrañada.
-¿Qué?
-Cinco, ¿qué me ocultas? - estaba nerviosa, si era lo que creía, no sería una agradable sorpresa para ella.
-Lo siento ___, no tuve opciones... - se acercó a ella para abrazarla, pero ella se apartó.
-S-soy... soy... - las palabras no salían de su boca.
-Sí ___, eres un vampiro...
Una lágrima cayó por la mejilla de la chica, y rápidamente Cinco se acercó a ella para abrazarla.
-No llores, estoy contigo... - dijo mi chico mientras acariciaba su cabello.
-¿P-por qué...?
-No podía dejarte morir... No puedo estar sin ti, tuve que hacerlo...
-¿Qué voy a hacer ahora...? ¿Qué haré cuando Max esté conmigo? ¿Cómo haré para no morderle? - su respiración empezaba a agitarse, estaba entrando en pánico.
-Hey, estoy contigo. Cuando te transformé prometí ayudarte y protegerte. No romperé mi promesa ___.
Estaré siempre a tu lado.Ella solo asintió.
-Debemos bajar, Max quiere verte.
-P-pero...
-No le harás nada, no dejaré que tu lado vampírico se apodere de ti, sé cómo controlarlo. ¿Confías en mí?
Ella sonrió mirando a los ojos al chico, y luego asintió.
Ambos empezaron a bajar las escaleras, hasta llegar al gran salón.
Entraron lentamente, y de pronto, sus miradas se cruzaron. Ambos hermanos se miraron a los ojos.
Un olor demasiado apetecible entró por las fosas nasales de ___, y Cinco lo percibió.
-___... Contrólate... - dijo al ver como los ojos de su novia empezaban a ponerse rojos.
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Corazón sin latidos {Cinco y tú}
FanfictionUna historia donde Toronto no es una simple ciudad de Canadá. Es una ciudad triste, oscura y sin vida. Y por desgracia, ___ debe mudarse a ella. Lo que ella menos esperaba, sería que tuviese que vivir en la vieja y tétrica casa de sus antepasados, u...